Alitalia anuncia a los sindicatos el recorte de 5.000 empleos
La dirección de la aerolínea italiana Alitalia ha presentado a los sindicatos un plan de ajuste industrial para evitar la quiebra, que incluye el recorte de 5.000 empleos entre 2005 y 2006 y la división en dos sociedades de la compañía.
Fuentes sindicales precisaron que 450 despidos corresponderían a pilotos, 1.120 a auxiliares de vuelo y embarque y los restantes 3.430 a personal de tierra, sobre una plantilla de 20.700 trabajadores.
La compañía italiana de bandera atraviesa por una grave crisis, que el pasado 30 de agosto llevó al Consejo de Administración a advertir de que el grupo disponía únicamente de liquidez (72 millones de euros) para sobrevivir un mes.
Ahorro de 315 millones
Con la reducción de empleo concretada hoy se pretende lograr un ahorro de 315 millones de euros sobre los gastos totales de la sociedad, calculados en unos 2.000 millones de euros anuales.
El plan de reestructuración del equipo directivo que preside Giancarlo Cimoli prevé dividir Alitalia en dos sociedades: Alitalia Fly, en la que confluirían las actividades propias del transporte aéreo, y Alitalia Service, que aglutinaría los servicios de tierra e informáticos y el mantenimiento.
El objetivo a corto plazo del reajuste presentado hoy a los sindicatos es que se haga efectivo un préstamo de 400 millones de euros, garantizados por el Gobierno italiano y aprobado por la Unión Europea (UE).
Alitalia, de la que el Estado italiano posee un 62%, acumulaba hasta junio pasado pérdidas por valor de 329 millones de euros, tras cerrar 2003 con unos números rojos de 519 millones, lo que la coloca al borde de la desaparición.
La normativa comunitaria impide que la compañía italiana pueda recibir más ayudas públicas, ni siquiera para permitir avanzar en su privatización, condición indispensable para su proyectada absorción por la sociedad resultante de la fusión de la francesa Air France y la holandesa KLM.
Tras conocer la propuesta de la dirección, los sindicatos se levantaron de la mesa de negociaciones, a la que tienen previsto volver mañana por la tarde, tras una reunión para evaluar la situación y presentar su contrapropuesta.
Las centrales más radicales ya han anunciado que rechazan el plan y que están dispuestas a "duras movilizaciones", incluida la huelga de hambre.