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'Telecos'

Cuatro de cada diez usuarios se quedan al margen de la liberalización

Seis años después de la liberalización del mercado de telefonía fija todavía hay un 40% de clientes que se ha quedado al margen de ella. Estos usuarios no han abandonado a Telefónica para cambiarse de operador, pero tampoco han aprovechado las agresivas ofertas que ha lanzado el ex monopolio para defenderse de la competencia.

La apertura de la telefonía española no sólo ha significado la entrada en masa de operadores alternativos a Telefónica, sino que ha provocado una intensa campaña por parte del ex monopolio para evitar perder clientes. Su estrategia se ha centrado en el lanzamiento de lo que ha denominado planes y que consisten en tarifas específicas, muy cerca de las necesidades de cada usuario.

Así, Telefónica ha puesto desde 1998 multitud de planes en el mercado, desde los famosos Planes Claros con los que intentó combatir a Retevisión y que terminaron en multa por parte del Tribunal de Defensa de la Competencia, hasta los más modernos Combinados.

El mayor éxito de la apertura

Hay 8,8 millones de líneas que disfrutan de algún beneficio de la apertura telefónica

Hasta ahora, Telefónica había mantenido en secreto el éxito de sus ofertas, pero en un documento oficial ha divulgado el número de planes contratos a cierre de 2003. Son 3,76 millones, una cifra que constituye por si misma el mayor éxito de la liberalización.

Telefónica ha conseguido retener más clientes con la adscripción a sus planes de los que se han llevado, por separado, sus principales rivales: el cable y los operadores de telefonía indirecta.

En principio, los competidores más activos de Telefónica fueron los operadores de telefonía indirecta -Retevisión, Uni2, Jazztel...-, que lograron sumar un máximo de 5,56 millones de clientes a sus servicios en 2001. Al final del año pasado, sin embargo, depuraron esta cifra y la dejaron en 3,34 millones, inferior, por tanto, a la de los planes de Telefónica.

También es más baja la cifra de clientes de cable, que sumaba 1,7 millones.

Hasta el momento, para medir el éxito de la liberalización se han utilizado sólo los clientes que ha perdido Telefónica a manos de sus rivales. Sin embargo, también es un efecto de la apertura la estrategia de planes del ex monopolio y la adscripción de un cliente a una de estas ofertas supone un movimiento voluntario en busca de mejores tarifas.

Sumando todos los números, la fotografía final es que hay 8,8 millones de líneas que disfrutan de alguno de los beneficios de la liberalización tanto con Telefónica como con sus rivales -el número de usuarios es algo menor, puesto que un mismo consumidor puede contratar varias ofertas-, sobre un total de clientes de 13,87 millones en España.

El resultado es que seis de cada diez clientes han tomado un papel activo en la liberalización y han elegido entre las ofertas de los distintos rivales. La otra cara de la moneda es que un 40% ha vivido al margen de la apertura de la telefonía fija y ni siquiera ha contratado un plan de descuento de Telefónica.

Bajan las tarifas

Incluso para los más inmovilistas, la liberalización ha tenido ventajas. Sin dar ningún paso, su factura se ha reducido por las bajadas de las tarifas -un 49,1% en provincial, 46% en internacional, 33,4% en interprovincial y un 9,7% en metropolitano desde 2000- y los servicios que tienen a su alcance son más numerosos y mejores -contestador, llamada en espera...-. La parte negativa ha sido la subida de la cuota de abono.

Una vez que Telefónica ha logrado retener un buen número de clientes gracias a sus planes, sus esfuerzos se han centrado en recuperar a los que un día se fueron, y lo está consiguiendo. Por primera vez desde que se permitió la preselección -la posibilidad de que un operador alternativo curse las llamadas de un cliente de Telefónica sin necesidad de que éste marque un prefijo-, el número de líneas que usan este sistema ha decrecido en el segundo trimestre del año.

Telefónica, así, ha logrado recuperar 34.423 clientes que se habían ido y lo ha hecho, según reconoce, gracias a sus esfuerzos comerciales.

España, a la cola de Europa en cambio de clientes

La preselección es la modalidad de captura de clientes preferida por los rivales de Telefónica de telefonía indirecta -a través de las redes del ex monopolio-, porque permite cursar todo el tráfico del usuario. Esta facilidad convierte la telefonía indirecta en una actividad más rentable, puesto que eleva el volumen de ingresos. La operadora dominante ha criticado reiteradamente las facilidades que se da en España a la preselección, pero los datos muestran que es uno de los países de Europa donde menos clientes la utilizan. Según un informe de la Unión Europea recogido por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), sólo el Reino Unido y Grecia tienen una penetración de la preselección inferior a la española, que cuenta con un 10%. A la cabeza está Suecia, donde la mitad de las líneas la tienen contratada.

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