La Guardia Civil alerta del fraude en la venta de fármacos en la red
Detrás de los medicamentos en internet se mueve un mercado negro que vende productos falsos creados en laboratorios clandestinos. El problema no está tan sólo en la vulneración de las leyes. Además, se juega con la salud de los consumidores que compran medicamentos que no cumplen con los controles sanitarios exigidos por la UE.
El pasado mes de marzo, la Guardia Civil detenía en Valencia a 16 personas acusadas de montar un laboratorio clandestino en el que creaban anabolizantes para su posterior venta a través de internet. En la operación 'Mazas' se incautaron un millón y medio de dosis de 200 productos diferentes, cuyo valor se calcula en 6.000 euros. La Guardia Civil no dispone de datos pero es consciente de que la venta ilegal de medicamentos, que se realiza principalmente a través de foros y páginas web, mueve mucho dinero. 'Es una de las actividades delictivas más lucrativas que hay ahora mismo. Los beneficios son muy altos y fáciles de conseguir', asegura un portavoz de la Unidad de Consumo y Medio Ambiente de la Guardia Civil.
De las cuatro investigaciones relacionadas con delitos contra la salud pública que mantiene esta unidad, tres están relacionadas con medicamentos e internet. La venta de cualquier fármaco que no se realice por las vías marcadas por Sanidad, es decir, las farmacias, centros de salud, hospitales o estructuras de atención primaria, está totalmente prohibida en España por la Ley General de Sanidad y la Ley del Medicamento.
Pero el problema no está en saltarse una norma, sino que en la gran mayoría de las ocasiones se está jugando con la salud del comprador. Entre los riesgos que entraña comprar medicinas a través de la red, además de los asociados a saltarse el debido control médico, está el consumir un producto falsificado o traídos de laboratorios ilegales de la India, China o Brasil. Si bien las autoridades de estos países los toleran y los mantienen en la alegalidad, estos laboratorios no cumplen con los controles sanitarios exigidos por la UE.
Las autoridades sanitarias y las policiales advierten que el consumidor, que por el mero hecho de comprar no está infringiendo ninguna ley, está asumiendo el riesgo de sufrir cuando menos un fraude. No porque no se les entregue el producto, sino porque no se trata realmente de la medicina anunciada o es una falsificación casera hecha en un garaje. Es curioso como las entregas se realizan en paquetes disimulados para engañar a las aduanas. Se han hallado píldoras que se entregaban en tubos de Lacasitos o en cajas de un ratón de ordenador.
'Quienes acuden a internet para comprar productos farmacéuticos son personas que no lo han podido conseguir por otros medios, bien porque el médico no se lo ha prescrito o bien porque le da vergüenza pedir que le receten Viagra, por ejemplo', aseguran fuentes del Colegio General de Colegios Farmacéuticos (CGCF), una opinión que comparte con la Guardia Civil y con el Ministerio de Sanidad.
Ninguno cree que la sociedad española esté demandando un servicio de dispensación electrónica de medicamentos. 'La demanda no es tan alta como en otros países ya que España cuenta con una extensa red de farmacias y hay muchas con servicio 24 horas con lo que las necesidades de los ciudadanos están cubiertas', dice en un comunicado oficial el Ministerio de Sanidad, que insiste que los medicamentos deben ser tratados con precaución y bajo la dispensación de un profesional.
'En muchos países se compra en internet porque supone un gran ahorro, pero en España tenemos los medicamentos más baratos de Europa', apunta el CGCF. Esto es lo que ha sucedido en EE UU donde en 1999 se aprobaron las farmacias virtuales, pero desde entonces se han detectado un gran número de fraudes y están sufriendo un fenómeno de importación ilegal de medicinas de otros países, especialmente de Canadá. El gobierno estadounidense está alertado por este fenómeno pues la mayoría de las farmacias que actúan en su país cruzan la línea de la legalidad, venden medicamentos sin receta o que no están permitidos en su país. La FDA, la autoridad que regula los fármacos en EE UU, está haciendo campañas que desaconsejan la compra en webs extranjeras o dudosas, e invita a comprobar si es una farmacia legal a través de la página de la Asociación Nacional de Consejos Farmacéuticos. Esta institución ha creado el sello VIPPS para ofrecer garantías a los internautas de que compran en un sitio que cumple con todos los requerimientos legales. Lo llamativo que sólo 14 farmacias virtuales del país lo tienen.
Las farmacias virtuales esconden en la gran mayoría negocios ilegales y forman un gran mercado negro que nada tiene que envidiar a los casinos en línea o la pornografía en Internet, pero con el agravante de que se puede llegar a matar a alguien. Detrás, no hay una red internacional organizada según las investigaciones policiales.
En España se calcula que no hay más de tres distribuidores y algunos grupos aislados, 'pero todos se conocen entre sí', dicen en la Guardia Civil. Los sitios web cambian constantemente de dirección pero a pesar de todo 'el delito electrónico es que el deja más huellas', insisten en la Guardia Civil, que está a punto de destapar otro importante laboratorio.
Un negocio demasiado oscuro
La ofertaProzac, Valium o Propecia... La oferta en la red de medicamentos es enorme. En 2000 se calculaba que se podían comprar 20.000 medicamentos diferentes por esta vía.'Sin molestas visitas al médico' o 'no es necesario receta' son reclamos comunes de las supuestas farmacias virtuales. También hablan de importantes ahorros, que luego no son tales.El 80% de las ventas en España son anabolizantes, y el resto productos milagro que prometen curar el cáncer o el sida o adelgazar comiendo chocolate.Viagra es otro producto estrella, muy relacionado con la venta de anabolizantes que provocan problemas de erección. Se calcula que hay unos 2.500 compradores en España que usan la red para comprar Viagra. La policía advierte de que la mayoría de las veces lo que se vende es una copia creada en la India o en Brasil.Compra fallidaEn un intento real por comprar Phentermina, un anorexigeno prohibido en España que se vende como un supresor del apetito, comprobamos todo tipo de fraudes en una web supuestamente aprobada por la FDA.Recetas falsas Para expedir el producto, la web decía extender recetas electrónicas que consisten en un formulario en el que piden el sexo, el peso y la edad. A continuación se realizan una serie de preguntas acerca de los hábitos del comprador donde ya viene marcada la respuesta correcta. En un día o dos un médico debía revisar la receta y dar su aprobación.El precio sube de los 50 dólares iniciales a 199, 70 debido a la receta, una tasa de dispensación y el envío.Nunca llegó. Tras días de esperar una respuestas y de rezar para que no nos desplumasen la tarjeta, nunca hubo una respuesta. La web cambió de dirección y dejó de funcionar. Nosotros cancelamos la tarjeta.CooperaciónLa colaboración internacional es fundamental para frenar la distribución ilegal de medicamentos. Los grupos se ponen en contacto con otros países cuando se quedan desabastecidos o para conseguir productos difíciles como la hormona natural del crecimiento. Su uso está prohibido en Europa pues al sacarse de cadáveres facilitaba el contagio de enfermedades .La Interpol denunció un caso por el que un señor holandés lleva ingresado más de un año en el hospital por consumir un producto remitido desde España. La Guardia Civil detuvo a un sospechoso, que se encuentra a la espera de juicio.
Las condiciones que debería cumplir una farmacia virtual
Una sentencia del Tribunal de Luxemburgo ha abierto la polémica al decir que la limitación de la venta de medicamentos entre países es contraria a la normativa comunitaria que garantiza el libre movimiento de los bienes de consumo. Esta sentencia ha abierto la veda para crear las primeras 'ciberparafarmacias'. Inglaterra ha sido el primer país en autorizar la venta a través de la web de productos que no necesiten recetas a las farmacias y también a las grandes superficies. En España, el Colegio de Farmacéuticos como miembro de la Agrupación Farmacéutica Europea, está estudiando los criterios que deberían seguirse para dar una garantías a la venta en línea de medicamentos. Lo primero es que la farmacia virtual mantenga su labor de asesoramiento a través de la web, por lo que creen que debería haber un farmacéutico conectado permanentemente. También creen que el proceso no debe incitar al consumo y debería adoptar sistemas que verifiquen la calidad en la entrega del medicamento y crear un sistema para hacer un seguimiento completo del envío. También se debería marcar tiempos de entrega.