Yukos asegura que el nuevo embargo de sus cuentas ha bloqueado sus operaciones
La petrolera rusa Yukos volvió ayer a sembrar el pánico en los mercados de crudo después de que anunciase que los tribunales moscovitas embargarán de sus cuentas 76.900 millones de rublos, unos 2.160 millones de euros al cambio de ayer. La compañía lanzó ayer un comunicado en el que advierte que esta decisión judicial puede suponer la interrupción del suministro del petróleo, ya que el embargo 'paraliza' su 'capacidad productiva'.
Los fondos intervenidos estaban alojados en la filial rusa del banco francés Crédit Lyonnais, filial de Crédit Agricole, y pertenecían a las unidades de producción siberianas Yuganskneftegaz, Samaraneftegaz y Tomskneft. La justicia rusa pretende cobrarse así la deuda fiscal de 3.400 millones de dólares de la que acusa a Yukos y a su ex presidente y propietario, Mijail Jodorkovski. El plazo para hacer frente a este pago había finalizado esta semana. Sin embargo, la petrolera sólo fue capaz de afrontar 1.700 millones de dólares, y pidió a la fiscalía más tiempo para poder vender activos para generar efectivo. La principal venta a la vista es la de Yuganskneftegaz, su principal productora de crudo.
La nota emitida ayer no sólo avisa de los recortes del suministro. Además, añade que la decisión judicial 'hará imposible el pago de salarios, impuestos y de los costes derivados de las operaciones'. Es más, según Yukos, el embargo paralizará operaciones regionales, lo que podría llevar a problemas en poblaciones cuyos ingresos dependan mayoritariamente de la petrolera. El primer efecto de este embargo ya se pudo observar. El precio del barril de petróleo alcanzó ayer los 42,65 dólares.
Muchos analistas ven los problemas fiscales de Yukos como una parte de una campaña más amplia orquestada desde el Kremlin para castigar a Jodorkovski por sus ambiciones políticas. El propio ex presidente fue arrestado en octubre a punta de pistola, acusado de fraude y evasión fiscal. Esta decisión de Vladimir Putin ha sembrado el nerviosismo entre la clase empresarial internacional, que precisa de garantías jurídicas para invertir en el extranjero.
Yukos ya ha advertido en otras ocasiones de que sus problemas legales pueden llevarle a una interrupción del suministro. En agosto, la compañía ya redujo sus previsiones de producción en un 4,5% hasta 1,72 millones de barriles por día. La razón esgrimida, la imposibilidad de mantener la inversión requerida. Entonces, de todas formas, Yukos fue capaz de mantener la producción. Los analistas estiman que el Kremlin tratará de evitar cortes de suministro, a pesar de su intención de desmantelar el gigante petrolífero.
Petróleo La caída en desgracia de un icono de la nueva economía rusa
Mijail Jodorkovski se hace con la mayoría en el capital de Yukos en 1993, en un irregular proceso de privatización, cuando apenas contaba con 30 años.El encarecimiento del petróleo engordó el balance de la petrolera y la fortuna del propio Jodorkovski, convertido durante la década en el hombre más rico del país.Al igual que otros oligarcas como Boris Berezovski o Vladimir Gusinski, su oposición a Vladimir Putin y el apoyo a la oposición liberal le pone en problemas con la Justicia. En 2003 se le acusa de fraude y evasión fiscal. En octubre es detenido y encarcelado.La justicia reclama a Yukos y a Jodorkovski hasta 3.400 millones de dólares, según los expertos. Para ello, Jodorkovski propone la venta de ciertos activos, si bien advierte que la compañía podría quebrar. En agosto, la Justicia ya embargó las cuentas de Yukos por primera vez.Para cobrarse la deuda, el Gobierno está dispuesto a desmembrar la compañía. Los ojos del presidente Vladimir Putin están puestos en Yuganskneftegaz, que produce el 60% del petróleo de Yukos y por la que podría ingresar 1.750 millones de dólares, si bien su venta podría suponer el fin de la compañía.La crisis de la petrolera dio al traste con la fusión con su rival Sibneft y ha impulsado al alza el precio del crudo.