Francia venderá hasta el 12% de France Télécom

Ha tardado un año en decidirse, pero ayer madrugó para anunciarlo. El Gobierno francés venderá entre un 9,6% y un 12,1% de France Télécom e ingresará por ello un máximo de 5.760 millones. Francia perderá la mayoría en el ex monopolio, pero necesita el dinero para enjugar su deuda.

Google acaba de ser superada. La mayor colocación de acciones del año no será la suya, sino que tendrá lugar en Europa y su protagonista será France Télécom. El Ministerio de Economía desveló ayer a las seis de la madrugada los datos de la venta tras un año de especulaciones.

Serán entre 236 y 299 millones de acciones los que se colocarán entre inversores institucionales, lo que supone entre un 9,57% y un 12,13% del capital del ex monopolio. Francia ya estaba a un paso de perder el 50% de participación en France Télécom y ahora lo cederá definitivamente; se quedará con un máximo del 43,5% y un mínimo del 41%.

La decisión del Gobierno no ha sorprendido a nadie. El Ejecutivo ha estado esperando a que se dieran las condiciones para la colocación y lo cierto es que France Télécom se lo ha puesto difícil. Hace dos años, la compañía despidió a su máximo ejecutivo en medio de una crisis de deuda sin precedentes. En abril del año pasado realizó una ampliación de capital histórica y desde entonces está intentando recuperarse del derrumbe bursátil que ha vivido.

En esta tesitura, el anuncio de la desinversión estatal se ha ido aplazando, pese a los apremios crematísticos de Francia y las presiones de la CE para que cumpliera el pacto de estabilidad. Porque el objetivo de la venta no es otro que reducir la abultada deuda, que ha llegado a un récord del 63,7% del PIB después de 30 años de déficit acumulados.

Gracias a la reducción de capital en France Télécom, entre 4.476 y 5.760 millones de euros entrarán en las arcas estatales, puesto que se baraja un precio por acción de 18,95 a 19,25 euros. Esos fondos no podrán utilizarse para tapar su déficit presupuestario, según las normas de la Unión Europea, pero sí para reducir deuda y, por tanto, el pago de intereses.

El endeudamiento francés ascendía a 992.000 millones a cierre de 2003, según los datos de Bloomberg, una cifra que hace palidecer la cuantía que se recaudará por la venta de France Télécom. Aún así, la mayoría de los analistas considera que la desinversión es un gesto hacia la Comisión Europea, que dará más credibilidad a sus promesas de disciplina.

Francia es uno de los seis países europeos que exceden el límite fijado tanto de deuda como de déficit presupuestario. La operación anunciada ayer recortará 0,37 puntos porcentuales el porcentaje de endeudamiento sobre el PIB, pero ni siquiera el Ministerio de Finanzas se atreve a decir que la deuda dejará de subir.

La venta de France Télécom es sólo una de las muchas desinversiones que se están planeando en Europa como intentos de cumplir las normas de la UE. Las colocaciones de Enel, Deutsche Telekom o EdF forman parte de las misma estrategia.

Atentos a

France Télécom ha sido totalmente pública hasta 1997, cuando el socialista Lionel Jospin inició la venta del 25%. Desde entonces ha habido dos ventas más, en 1998 y en 2000. Ahora, gracias a una nueva ley, el Estado podrá reducir su capital por debajo del 50%.

Oposición y sindicatos critican la medida

La oposición y los sindicatos salieron ayer en tromba para criticar el anuncio del Gobierno, con la idea de que es un error reducir el capital en France Télécom por debajo del 50% a la cabeza. En un comunicado, el Partido Socialista condenó 'firmemente' la venta. 'La privatización se traducirá, como en otros sectores del servicio público, en un aumento de las facturas de los usuarios, una amenaza sobre la calidad de los servicios ofrecidos y supresiones de empleo'.Por su parte, el Partido Comunista Francés aseguró que la desinversión 'no contribuirá más que a reavivar el endeudamiento de la empresa, la inmersión en la guerra económica y la presión contra el empleo'.Los sindicatos también criticaron la operación, y así la Confederación General del Trabajo habló de una 'decisión escandalosa' que no servirá 'ni al empleo ni al progreso social'. Todos los sindicatos del grupo de telecomunicaciones galo convocaron ayer a los trabajadores a un paro de 24 horas el próximo martes en protesta por los planes de venta del Gobierno.