Japón levanta el vuelo
Puede el enfermo de los noventa finalmente estar en la senda de un crecimiento estable y sólido? Esta es la pregunta que muchos inversores se han estado haciendo durante el último año. Tras, por lo menos, tres falsos avisos durante la década de los noventa, que condujeron a muchos inversores extranjeros a fundir grandes cantidades de capital en los mercados de valores japoneses, hay indicaciones de que quizá ahora podamos estar ante las puertas de una recuperación sostenida y larga.
Los datos macroeconómicos muestran un crecimiento del producto nacional bruto del 4,4% interanual hasta junio. La producción industrial ha crecido alrededor del 9% en los últimos 12 meses hasta junio y la tasa de desempleo ha caído al 4,6% desde un 5,3% hace un año. Estos son sólo algunos de los datos positivos que Japón ha mostrado en los últimos tiempos. Destacan también progresos en algunos de los males crónicos de la economía japonesa como los altos ratios de morosidad de la banca que han pasado de más de un 8% en el 2002 hasta el actual 5% o la vuelta al crecimiento del gasto en consumo.
Sin embargo, todavía existen elementos de preocupación que no permiten eliminar por completo la incertidumbre sobre la calidad y solidez de esta recuperación económica. Los dos principales probablemente son el gigantesco tamaño de la deuda pública, que representa un 160% del producto nacional bruto, acompañado por un déficit presupuestario por encima del 7% y la deflación de los precios, que continúa.
La renta variable japonesa se ha movido más o menos en línea con los principales mercados bursátiles durante la recuperación del 2003 y primeros meses del 2004. El índice de referencia de grandes empresas Nikkei 225 se ha revalorizado alrededor de un 45% desde los mínimos marcados en la primavera del 2003. Esto queda reflejado en la media de la categoría Lipper Renta Variable Japón que arroja una rentabilidad del 40,26% desde el 30 de abril del 2003.
En lo que va de este año la rentabilidad de la categoría proporciona un saludable 8,18%, gracias parcialmente al pequeño rally vivido en las últimas dos semanas que ha visto ganancias en el índice general Topix durante nueve días consecutivos. Uno de los aspectos más destacables en el análisis del comportamiento de las bolsas japonesas es la enorme diferencia entre las rentabilidades medias del los grandes valores y las compañías de pequeña capitalización como muestra el gráfico central. Si bien es verdad que este fenómeno también se ha producido en los últimos años tanto en Estados Unidos como en las principales bolsas europeas, en el caso de Japón es especialmente destacado en el último año. La categoría Lipper Renta Variable Japón de Pequeña Capitalización proporciona una rentabilidad media del 26,49% en lo que va de año 2004, claramente por encima de cualquier otra categoría Lipper de renta variable. Esta rentabilidad representa tres veces y media la ofrecida por la categoría general Renta Variable Japón. El índice de la Bolsa de Tokio conocido como Segunda Sección y que reúne a valores de pequeña capitalización ha ofrecido una extraordinaria rentabilidad del 51,57% en los últimos 12 meses (46,21% en moneda euro).
El fondo autorizado a la venta en España con la rentabilidad más alta de la categoría Lipper Renta Variable Japón en el año 2004 es Bearbull Share Japan con un 16,81%. Este es un fondo con una estrategia de inversión basada en la selección activa de valores apoyado por un equipo de analistas local y que trata de batir al Topix.
En la categoría de Renta Variable Japón Pequeña Capitalización el ganador en lo que va de año es un fondo de Société Générale, Sogelux Equities Japan Small Cap, con una rentabilidad del 23,78%. Su rentabilidad desde los mínimos mencionados de abril del 2003 es un espectacular 82,24%. La estrategia del fondo es la inversión en compañías emergentes y de pequeña capitalización con domicilio u operaciones en Japón.
La compra de estos valores puede ser realizada en empresas con capitalizaciones inferiores a 2.000 millones de dólares en la Primera Sección de la Bolsa de Tokio, en la Segunda Sección, el Jasdaq (índice para valores OTC) o incluso valores negociados en mercados regionales regulados. Su cartera muestra ponderaciones importantes en valores cíclicos, industriales y de tecnologías de la información. Se trata de un fondo casi totalmente invertido con escasos porcentajes en liquidez.