Chupa Chups se reserva el derecho a tomar el 100% de su distribuidora china
Chupa Chups puede dar un nuevo giro a su actividad en el más grande de sus mercados. La firma confitera se ha reservado un derecho de compra del 50% de las acciones de su compañía mixta en China, creada el pasado año junto con el fabricante local de aperitivos Tingyi. La opción puede materializarse en el plazo de tres o cinco años desde la creación de la joint venture. Tras la rúbrica del acuerdo, el grupo catalán continuaba controlando la producción, mientras que Tingyi se encargaba de la comercialización del producto a través de su red de distribución.
La compañía de la familia Bernat optó por esta vía para crecer en China tras no lograr rentabilizar su propio canal de ventas. Con el nuevo proyecto, Chupa Chups elevó su presencia comercial en el país. Poco después de materializarse el acuerdo, la empresa española optó por desprenderse de su factoría en Shanghai, operativa desde 1994.
Por otro lado, el auditor de Chupa Chups pone reparos a la inclusión en sus cuentas de 2003 de las plusvalías por la venta de unos terrenos. Chupa Chups se ha comprometido a trasladar su factoría de Sant Esteve Sesrovires a otra ubicación dentro del municipio. Ernst & Young menciona que según la escritura, el comprador podría resolver la operación antes de 2006 si no se aprueban ciertos planes urbanísticos y que por 'el principio de prudencia, el resultado de la transmisión no debería haberse reconocido hasta que no se hubiesen dado las circunstancias de certidumbre sobre el definitivo y total cumplimiento de la misma'. La venta, inscrita este año en el Registro de la Propiedad, generó un beneficio de 14,3 millones que sirvió para reducir las pérdidas de 2003, que fueron de 4,7 millones, como adelantó Cinco Días el pasado viernes.
El auditor expresa una incertidumbre en relación a las actuaciones de la inspección fiscal contra la empresa.