Piscina en casa para el próximo verano
Quien esté dando vueltas a la idea de instalar una piscina debe saber que se trata de un sector que diversifica cada día más su oferta, sobre todo con la entrada en juego del mundo del spa. Las opciones se multiplican, así como los precios, y, sobre todo, hay que tener en cuenta que no es un mercado exclusivo de verano.
Las empresas consultadas del sector admiten que no paran en todo el año. Como ejemplo sirva el dato de que en España se construyen unas 30.000 piscinas privadas anualmente, según la Federación de Asociaciones de Fabricantes y Constructores de Piscinas y SPA (FAPS).
'Las piscinas elevadas sobre el terreno han venido a democratizar el mercado', aseguran fuentes de FAPS. Los vasos desmontables donde no hace falta excavación es la opción más económica (entre los 300 euros, de medidas reducidas, a los 3.000 euros, con medidas que pueden llegar hasta los 4x7 metros). Es la modalidad más rápida y cómoda, ya que permite saltarse el paso de la obra y los permisos. Con materiales que van desde el vinilo al acero, las piscinas desmontables son perfectas si no se quiere ocupar el jardín con una estructura fija.
Pero si lo de ocupar un espacio no es problema y las obras son un mal menor, las piscinas excavadas también dan posibilidad a todos los bolsillos. Cada una tiene su beneficio y su inconveniente, pero todas ellas requieren un proyecto realizado por un aparejador para entregarlo en el ayuntamiento correspondiente y conseguir el permiso. Muchas empresas proporcionan este servicio.
Las piscinas construidas con el método de hormigón proyectado son las que dan mayor garantía y un mayor abanico de formas, pero también son las más caras y en las que las obras pueden alargarse hasta 20 días. El presupuesto debe tener incluida la mano de obra para que no haya sorpresas más allá de los 14.000 euros que puede costar una piscina de medida estándar (4x8 metros).
La piscina de poliéster o fibra de vidrio es una modalidad muy extendida. Más baratas (en torno a unos 9.000 euros), son estructuras rígidas y de una pieza que, como una gran bañera, se introduce en la excavación. Su inconveniente es el transporte.
Uno de los tipos de acabado que está tomando mayor auge es el liner (revestimiento de vinilo) que funciona como la piel de muchas de las piscinas de acero. Su precio, aún más asequible, ronda los 5.000 euros.
Los métodos de filtración y limpieza de la piscina son una pieza fundamental para el mantenimiento. Aunque el cloro sigue siendo el agente de desinfección más usado, están ganando terreno otras alternativas como el oxígeno activo y la electrólisis salina.
Más información en la página web www.faps.es.
La bonanza de un sector que crece
El sector de las piscinas rebosa optimismo, no sólo por la normalización de la piscina privada, sino por el desarrollo de nuevos productos relacionados con el SPA. En cifras, y según la Federación de Asociaciones de Fabricantes de Equipos y Constructores de Piscinas, Saunas y SPA (FAPS), hay más de 11 millones de piscinas privadas en el mundo.Se estima que la construcción anual de piscinas privadas alcanza las 600.000 unidades anuales, lo que representa una cifra de negocio de 6.500 millones de euros. EE UU y Canadá originan el 60% del volumen de negocio del mercado internacional. Europa ocupa el segundo puesto, con la construcción de unas 120.000 piscinas cada año. Francia lidera el grupo europeo con 40.000 nuevas piscinas, seguida de España, con cerca de 30.000.Los mercados en desarrollo van en rápido aumento. Tal es el caso de Brasil, donde se construyen unas 60.000 piscinas. Otros mercados en crecimiento son Europa del Este y Suráfrica. El sector crece en tono a un 10% al año en Europa, sobre todo gracias a la cultura del agua en balnearios, SPA y centros de wellness.