La Bolsa de Nueva York no encuentra inquilinos nuevos
Los asientos de la Bolsa de Nueva York han perdido caché. Hace tan sólo unos años había tortas por entrar a formar parte del club más selecto del panorama bursátil internacional. Hoy, los miembros del parqué neoyorquino se las ven y desean para alquilar sus asientos.
Las firmas de Bolsa que quieren operar en el famoso parqué neoyorquino deben pasar primero por el trámite de comprar o alquilar un asiento. La operación es meramente simbólica, hace años que las sillas dejaron de existir, y da al interesado el derecho de ser miembro de la Bolsa de Nueva York.
Los años de listas de espera y codazos por entrar a formar parte de este club han pasado a la historia. Los escándalos que han afectado al parqué neoyorquino en el último año no han pasado desapercibidos. La salida del ex presidente Richard Grasso, debido a la polémica paga de 140 millones de dólares que recibió, y las dudas sobre el futuro de la Bolsa de Nueva York han quitado brillo a esta institución centenaria.
La llegada de John Thain a la presidencia del parqué y su apuesta por la tecnología, frente al sistema tradicional de corros que domina el 90% de las operaciones del NYSE, coinciden con la caída de la demanda de asientos en la Bolsa de Nueva York.
Este mismo mes 60 de los 1.366 miembros del parqué neoyorquino aguardan ofertas de alquiler por sus asientos, algo impensable hace unos años. La reducción de precios tampoco atrae a los inquilinos a pesar de que el alquiler que pagan los intermediarios y especialistas de la Bolsa de Nueva York se ha reducido a unos 3.000 dólares a la semana, la mitad de lo que costaba en el 2002. La inestabilidad bursátil y la caída de los volúmenes negociados también han incidido en esta reducción de la demanda.
Las siete firmas de especialistas del parqué perdieron 11 millones de dólares en el primer trimestre, frente a las ganancias de 1,95 millones del primer trimestre de 2001. El precio de un asiento también ha caído drásticamente desde los 2,65 millones de dólares que se pagaron en agosto de 1999. El último se vendió por 1,25 millones de dólares.
Temor a la negociación electrónica
En la Bolsa de Nueva York hay preocupación por la apuesta del presidente del parqué, John Thain, por la transición hacia la negociación electrónica. Los miembros del parqué temen que su propuesta de permitir la negociación de bloques de más de 1.100 acciones electrónicamente suponga una merma a sus beneficios.