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Fondos

Decepción garantizada

Los fondos de inversión garantizados variables (los que garantizan la aportación inicial más una rentabilidad variable, en función de algún indicador del mercado) están proporcionando este año pocas alegrías a los inversores. No es un asunto menor, ya que los garantizados variables han logrado atraer a sus filas nada menos que 36.000 millones de euros al día de la fecha, lo que representa nada menos que el 17% largo del volumen total de ahorro manejado por los fondos de inversión españoles. Este año, la rentabilidad media que han logrado acumular desde principios de año apenas llega al 0,9% en términos ponderados.

Hay que rebuscar con lupa entre la amplia oferta de fondos garantizados variables existente, más de 450 fondos, para encontrar alguna oferta que haya logrado cumplir, aunque sea modestamente, con las expectativas que los promotores de la inmensa mayoría de estos fondos suscitaron entre la clientela en el momento del lanzamiento. En especial, durante el pasado año, que fue un buen ejercicio bursátil, un buen campo de experimentación para estos fondos de inversión que, a la postre, resultó bastante decepcionante.

Las cifras resultan bastante expresivas. Entre los fondos de inversión garantizados, tan sólo una cuarentena (sobre 450 fondos) ha logrado acumular ganancias superiores al 10% en el conjunto de los tres últimos años. Aun más, en el año 2003, ejercicio en el que la Bolsa española registró una ganancia del 28%, solamente una docena de fondos logró superar el 10% de rentabilidad. Y sólo 120 fondos de los 350 que estaban a finales del pasado año en vigor dentro de esta categoría, lograron ganancias superiores al 3%. Incluso una veintena de estos fondos acabó en pérdidas, si bien el hecho de que se trate de fondos garantizados no ha repercutido, ni repercutirá llegado el momento, en la integridad del capital de los partícipes, a los que se ha asegurado el valor nominal de su inversión.

La promesa según la cual estos fondos fueron lanzados al mercado (invertir en un producto que no perderá bajo ningún concepto si los mercados bajan y que permitirá al inversor participar en las ganancias de los mercados si estos suben) han quedado desmentidas por la realidad. En la práctica, durante el pasado año, sólo una exigua minoría del 3% de los fondos garantizados de renta variable ha logrado dar más del 10% y dio así alguna satisfacción, aunque parcial, a los inversores que entraron en estos fondos con la idea de que, además de no perder dinero, iban a participar en las ganancias bursátiles.

Bien es verdad que no todos los fondos garantizados de renta variable han apostado por la Bolsa española. Ni siquiera por la renta variable. Las garantías de rentabilidad adicional están ligadas a un amplio abanico de posibilidades, desde cestas de valores hasta índices de diversas latitudes pasando por combinaciones de varios índices internacionales, unas fijas otras aleatorias, hasta incluso apuestas de divisas.

El panorama no está mejorando en el año 2004. Más bien al contrario, aunque en este caso cabe la disculpa de que las Bolsas no suben o suben muy poco y los mercados de renta fija están colapsados ante los riesgos de subidas de tipos de interés. Es por ello por lo que los resultados que este año presentan los garantizados difieren poco de los que presenta la mayor parte de los restantes fondos de inversión, de forma que sólo los que han asumido riesgos están cosechando ganancias sustanciales. En todo caso, una minoría.

De los garantizados más rentables en los últimos 36 meses, el primero es uno de La Caixa que ha conseguido acumular un 24,3% en ese periodo. El segundo en ganancias a tres años es de Mapfre, con un 22,4% de rendimiento acumulado desde agosto del año 2001. Y el tercero, del Zaragozano (hoy Barclays) acumula un rendimiento del 18,4% en este mismo periodo.

En el primero de los citados, los inversores han entrado con la promesa de participar en las ganancias derivadas de una hipotética subida del valor del dólar frente al euro, de forma que el partícipe recibe un 70% del rendimiento que en este periodo obtenga la cartera de inversión del fondo. La revalorización del dólar frente al euro en el periodo de tres años tiene un límite del 30%, por encima del cual el inversor no percibirá más que dicho importe junto con el nominal aportado en su momento. Este fondo en concreto tiene un plazo de vigencia hasta el mes de abril del año 2007 y, como en todos los garantizados, el inversor tiene que llegar hasta el final o pagar una importante comisión de salida. Es uno de sus inconvenientes.

Un 17% del ahorro en fondos está en garantizados. En lo que va de año dan una rentabilidad media del 0,9%

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