Los problemas laborales ponen en riesgo el negocio de Atento en Argentina
La filial de Telefónica dedicada a la atención telefónica, Atento, se enfrenta a problemas laborales en Argentina que podrían dificultar su presencia en el país si no se resuelve a su favor un conflicto sindical por la afiliación de sus 2.500 trabajadores.
Atento considera que perderá la rentabilidad de su negocio si se la obliga a traspasar a sus trabajadores del sindicato de Comercio al del sector de telefonía, según las declaraciones de su presidente, Pedro Villar, en una entrevista publicada ayer en el diario El Cronista. 'Nuestra tarea es defender la rentabilidad del accionista y si nos obligan a cambiar de sindicato no podremos cumplirla, porque los costes laborales subirían entre un 30% y un 40%', subrayó.
'Quedarnos o irnos es una decisión de negocios, no de gustos', puntualizó el directivo, quien recordó que la empresa cerró sus filiales en Italia y Japón cuando dejaron de ser rentables.
Pedro Villar remarcó que Argentina 'es el único país' de América Latina en el que Atento 'tuvo este tipo de problemas' y advirtió que 'la competencia es muy fuerte', por lo que los clientes de la empresa 'pueden cambiar de proveedor fácilmente'.
El 9 de agosto pasado, unos 200 activistas del sindicato de trabajadores telefónicos ocuparon dos oficinas de Atento en Buenos Aires y sus alrededores para exigir la incorporación de los empleados de la empresa, afiliados al gremio de Comercio.
Atento, que tiene filiales en otros once países, debió suspender las actividades de esas oficinas durante dos días, lo que causó pérdidas de unos 90.000 euros.
El conflicto debe ser resuelto por el Ministerio de Trabajo, según el diario, pero ya ha tenido una repercusión: Atento ha suspendido su plan de inversiones en el país.
'Necesitamos que la situación se resuelva y se mantengan estables los costes. Queremos que los empleados tengan su sindicato, pero de ahí a que las oficinas sean tomadas hay una diferencia', afirmó el presidente de Atento. Villar destacó que los costes laborales en Chile 'son entre un 5% y un 10% menores' que los de Argentina, mientras que en Colombia 'la seguridad dejó de ser un problema grave' y sus costos son un 20% inferiores.