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Comercio

UE-Mercosur, el acuerdo que no llega

Frustración fue el sentimiento generalizado en las dos delegaciones. Una vez más, los negociadores de la UE y de Mercosur, compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, cerraron sus carpetas sin ningún avance, poniendo en peligro la fecha programada para la firma del acuerdo, a finales de octubre.

'Inicialmente pensábamos que era viable, pero ahora tenemos dudas', reconoce Lucía Maduro, economista de la Unidad de Negociación Internacional, de la Confederación Nacional de Industria, que está participando en las conversaciones como observadora.

Las negociaciones se retomarán en septiembre y, de cumplirse el plazo previsto, el acuerdo entraría en vigor el 1 de enero de 2005.

En la reunión celebrada en Brasilia el escollo fue la metodología. La UE presentó una oferta sobre cuotas de carne bovina, pero Mercosur exige una negociación global, sobre una oferta que abarque todos los sectores. 'No aceptamos esa nueva metodología europea de presentar una oferta por partes. Eso desequilibra aún más las propuestas', declaró a la prensa el negociador jefe de Brasil, Régis Arslanian, que presidía las negociaciones.

Por su parte, Bruselas se queja de que la delegación de Mercosur no dio en contrapartida una propuesta y de que no acaba de poner su oferta sobre la mesa.

Según Maduro, que defiende la posición de la empresa privada brasileña, las negociaciones ya se iniciaron en 2001 con mal pie. 'Debían haber empezado con las modalidades de negociación y no con una lista de ofertas sin que hubiera ningún entendimiento. Ahora hay muchos temas abiertos', explica.

Además de la presentación de la oferta de forma global o por partes, ambos bloques discrepan de los plazos de la apertura y de la eliminación de los aranceles. Mercosur, debido a su dependencia de las exportaciones agrícolas, aboga por una eliminación para todos los bienes, mientras que la UE se inclina por una parte representativa del comercio, que, según una oferta presentada en mayo, alcanzaría al 90% de los bienes. Por su parte, el interés de Bruselas está en el sector servicios, las compras gubernamentales y las inversiones.

En la actualidad, la UE es el principal mercado para los productos agrícolas de Mercosur. Las exportaciones de los países del Cono Sur a los 25 alcanzaron los 25.800 millones de euros en 2003, de los que 14.000 millones fueron productos agrícolas. En sentido contrario, las importaciones del bloque latinoamericano con origen en la UE fueron de 15.600 millones de euros. Algunos analistas temen que si el acuerdo no se cierra antes de noviembre, las negociaciones empeoren.

'Si perdemos el calendario del verano europeo va a ser muy difícil avanzar después, porque habrá cambio de comisarios y entre ellos estarán representados los 10 nuevos miembros del Este europeo. Eso dificultará sobremanera la negociación, porque sabemos que esos nuevos miembros son contrarios a la idea de un acuerdo entre Europa y Mercosur, principalmente por la competencia que puede significar para ellos', afirma Marcos Jank, presidente del Instituto de Estudios de Comercio y Negociaciones Internacionales en São Paulo.

No todos piensan igual. Maduro defiende un acuerdo ambicioso, aunque fuera de plazo. 'Es mejor no cerrar un acuerdo ahora y hacerlo en buenas condiciones', opina.

Nuevos enfrentamientos entre Brasil y Argentina

Además de las negociaciones con terceros países, los responsables de comercio de Mercosur tienen que poner en orden su propia casa. Las acusaciones de Brasil contra Argentina por imponer restricciones a las importaciones de electrodomésticos brasileños en aras de proteger la maltrecha industria local es la más reciente de las disputas. Para arreglar las desavenencias, la semana pasada quedó constituido el Tribunal Permanente de Revisión de Mercosur. La ceremonia quedó poco lucida, porque sólo acudieron Brasil y Paraguay. Ni el argentino Néstor Kirchner, ni Jorge Batlle, de Uruguay, participaron, según algunas fuentes, para evitar enfrentamientos con Lula.

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