El SCH abre oficinas en áreas de expansión donde el BBVA las cierra
El Santander, por primera vez desde la fusión con el Central Hispano, canceló en 2003 la política de cierre continuado de oficinas y abrió 44 sucursales, menos de la mitad de las previstas. Su táctica ha sido ocupar el espacio que ha dejado el BBVA en zonas de expansión preferente como Madrid o Barcelona. Mientras, su rival ha aminorado la supresión de oficinas.
El Santander, arrepentido de un excesivo cierre de sucursales tras la fusión con el Central Hispano, confirmó el año pasado una vuelta a la expansión con nuevas aperturas. El fin, impulsar la banca comercial para recuperar cuota de mercado. Por primera vez desde la fusión iniciada en 1999, el banco que preside Emilio Botín tiene un saldo positivo (tras contabilizar cierres y aperturas) en oficinas. Inauguró 44, según los datos de la matriz (sólo SCH en España) que ha enviado a la Asociación Española de Banca (AEB).
Su estrategia ha consistido en ocupar el lugar que ha ido dejando el BBVA, que el año pasado cerró 27 sucursales. Así, en zonas de expansión preferente, como Madrid y Barcelona, el banco que preside Francisco González suprimió el año pasado 10 y 8 oficinas, respectivamente. Coincide casi al milímetro con las que abrió el SCH, al igual que ocurre en las tres provincias de la comunidad valenciana, las andaluzas Málaga, Sevilla, Jaén y Córdoba y otras como Santa Cruz de Tenerife, Ourense o La Rioja.
Desde la fusión iniciada en 1999, el BBVA ha seguido reduciendo número de sucursales. Si bien, como su competidor, alterna los cierres con aperturas selectivas en zonas donde observa un mayor potencial de negocio. El año pasado inauguró oficinas sobre todo en Cádiz, además de en Baleares, Guadalajara, Albacete, Lleida, Las Palmas, Valladolid y Vizcaya.
Aunque los dos grandes bancos centraron su reestructuración en disminuir puntos de venta con el consiguiente recorte de plantilla de forma masiva tras sus respectivas fusiones, el balance demuestra que el banco que preside Emilio Botín ha sido el más extremista, con 900 oficinas suprimidas (sólo en España) entre 2000 y 2003 frente a las 510 que eliminó su rival en el mismo periodo.
Finalmente, los directivos del Santander han admitido que el cierre ha sido excesivo, máxime cuando las cajas en estos tres últimos años han alcanzando el punto máximo de expansión abriendo oficinas sin parar y ganando cuota de forma preocupante para los bancos. Mientras el SCH y el BBVA han ido perdiendo posiciones fruto de sus respectivos procesos de integración y del plan de crecimiento acelerado con compras en Latinoamérica que pusieron en marcha en 2000, lo que les llevó a descuidar el mercado nacional. Y el año pasado han seguido cediendo cuota en negocio, 0,7 puntos.
Y es que las cajas han sabido aprovechar el freno de los grandes en el mercado local y con gran preocupación del conjunto de bancos, porque ya les superan en depósitos y en créditos al sector privado. Desde 2002, tanto Santander como BBVA han apretado el paso en ofensivas comerciales en España para recuperar poco a poco el terreno perdido, especialmente en hipotecas y fondos. Y en este plan han incluido la apertura de nuevas sucursales de forma selectiva.
El punto de inflexión en el SCH lo anunció Botín en enero del año pasado cuando dijo en la convención de directivos del banco que la sucursal volvía a ser clave para recuperar negocio.
Aunque el banco se propuso abrir 100 oficinas más el año pasado, acabó con 44 nuevas. Y para este ejercicio, prevé seguir el mismo ritmo: 45 sucursales, de las que dos se inaugurarán en centros comerciales y una específica para empresas. En paralelo, su competidor el BBVA seguirá con la apertura medida en zonas de expansión inmobiliaria.
Las zonas más disputadas
La diferencia en la banca con respecto a hace dos años es que en 2003 el conjunto de bancos españoles (sin contar sucursales de bancos extranjeros) volvieron a abrir oficinas tras varios años de reducción, marcada por los dos grandes. El año pasado abrieron 21 sucursales, si bien las cajas no cedieron en su ritmo de expansión, con 543 aperturas, según los datos de la AEB y de la CECA.Las zonas más disputadas han sido Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Galicia. Destaca Málaga, con especial tirón hipotecario por la demanda de segunda residencia, como muestra el hecho de que los bancos abrieran 12 oficinas y las cajas 38. Valencia es otra de las provincias con mayor atractivo para las entidades financieras, donde el año pasado inauguraron 33 sucursales (22 las cajas y 11 los bancos).Curiosamente, los bancos se repliegan en las que hasta hace poco han sido zona de expansión preferente, Madrid, donde han eliminado 16 puntos de venta. Mientras sus competidoras han crecido en 77 oficinas.Por entidades, el Pastor, séptimo banco del país, ha sido el que más énfasis ha puesto en el aumento de su presencia geográfica. Planea abrir entre 50 y 70 oficinas este año.