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La vida de las empresas

SEUR. Límite de entrega: 24 horas

Es la mayor empresa de transporte urgente de nuestro país, con 7.900 empleados, una flota de 3.500 vehículos y 332 puntos de venta. El centro logístico de Madrid es el mayor de los siete que tiene y sirve de enlace para los envíos que cruzan la Península; en las horas de máxima producción, las cintas son capaces de procesar 14.000 bultos a la hora.

A las siete de la tarde, el centro logístico integral de Seur en Getafe (Madrid) empieza a desperezarse. Hay que conseguir el objetivo con el que nació la empresa, fundada por Justo Yufera en 1942, y por el que sigue luchando en la actualidad: que cualquier envío que se realice entre dos puntos de España no tarde más de 24 horas en alcanzar su destino, con independencia de dónde se haya entregado o recogido. Esta nave, instalada en un terreno de 15.000 metros cuadrados, es el centro logístico que sirve de vaso comunicante entre lo que se envía desde las oficinas de las regiones del norte con destino a las del sur de España y viceversa.

A esa hora, el ritmo de entrada y salida de los camiones empieza a acelerarse; comienza el turno de la zona centro y las provincias limítrofes; todo el proceso está informatizado y al camionero no le hace falta ni bajarse de la cabina. En la garita de seguridad entrega la hoja de ruta, aparca el camión, descargan, vuelven a cargar, se precinta la carga y se pone en ruta de nuevo. 'Hay que optimizar el proceso; cada camión que llegue a Getafe debe llegar y salir cargado para que nuestra actividad sea rentable', dice Rafael Sánchez, director del centro logístico. Toda la información de la mercancía (dónde fue depositada, quién lo hizo, a qué destino va, etc.) está perfectamente almacenada en un código de barras, una suerte de DNI del paquete, que permite un seguimiento del proceso en tiempo real.

Por los 48 muelles van apoyando los camiones sus puertas traseras, donde los operarios se afanan en alimentar las diez bocas de inducción directa (sistema mecanizado para descargar la mercancía desde el camión hacia la cinta transportadora, con un brazo extensible que permite la descarga desde el interior del propio camión).

De repente, la cinta se para. 'Debe haber algún paquete muy grande que no cabe por la cinta o el sistema debe haber detectado algún error en el reconocimiento', apunta Sánchez. El ordenador activa sus mecanismos de defensa y para en seco los cuatro kilómetros de cinta instalados en el techo de la nave, que no se ponen en marcha de nuevo hasta que se haya subsanado la deficiencia. El reloj sigue avanzando, el ritmo de trabajo crece por momentos; los primeros camiones procedentes de las regiones norte y sur empiezan a llegar y se solapan con los últimos que vienen de la zona centro; el ritmo de máxima producción ya está cerca. 'En estos momentos podemos gestionar una media de 13.000 bultos a la hora', puntualiza el gerente.

Cada mercancía, venga de donde venga, sigue el mismo camino: desde la boca de inducción pasa por un primer escáner, que sirve para leer la información contenida en el código de barras. 'Es un sistema con una capacidad de acierto del 99,9%, ya que realiza tomas cenitales, laterales y frontales, por lo que es casi imposible que no lea su identificación', dice Sánchez. Luego pasa por un arco volumétrico, 'que mide y pesa el bulto', y finalmente por un segundo escáner, 'que determina si el paquete va para la cinta transportadora del sur o del norte'. Allí, el sistema adquiere un aspecto parecido al de los puentes movibles, de tal manera que las hojas de la cinta son propulsadas hacia arriba o hacia abajo en función de la ruta. La información sobre el peso y volumen se vuelve crucial, ya que el sistema asigna a cada paquete una pieza de metal del mismo tamaño que corre en paralelo. La pieza contiene la información sobre el destino final del paquete, así que cuando llega al carril que le corresponde se desplaza empujando el paquete hacia su destino final.

A las dos de la madrugada empiezan a funcionar los servicios estrella de la compañía (el reparto de mercancías que deben estar en destino a primera hora de la mañana; Seur 8.30,10.30 y 13.30). Desde las nueve de la noche, la mercancía de estos servicios se ha ido almacenando en una carpa aneja al centro, junto a la que va en avión con destino Baleares, Canarias, Ceuta, Melilla o Gibraltar. Las furgonetas de este reparto viajan con todo tipo de dispositivos tecnológicos para garantizar la seguridad de los trabajadores y de la mercancía, una de las preocupaciones de la firma, que espera tener implantados para finales de año sistemas de localización por satélite (GPS) en toda la flota.

Los datos

Atención al cliente. 600 empleados trabajan en el teléfono de atención al cliente (902 10 10 10), que atiende casi dos millones de llamadas al año.Facturación. Cerró el pasado ejercicio con una facturación de 499,6 millones.Instalaciones. Ocupan 332.000 metros cuadrados, con casi 7.000 metros de cinta transportadora.

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