Pickman orienta su negocio hacia la empresa y los hoteles
Los nuevos gestores de Pickman La Cartuja de Sevilla, empresa fundada en la capital andaluza en 1841 por el comerciante de Liverpool Charles Pickman, han decidido cambiar su estrategia comercial después de la reapertura de la fábrica en diciembre de 2003 y la puesta en marcha de las líneas de producción en enero pasado. Este nuevo rumbo pasa por entrar en los mercados de la hostelería, la restauración y el catering (donde Pickman tiene una presencia testimonial) así como en el de las empresas -regalos, incentivos, promociones-, al que Pickman se dirige por primera vez en su historia. Todo ello sin dejar de lado a los particulares, que tendrán acceso a las piezas de loza a través de una red de establecimientos colaboradores que la empresa quiere establecer por toda España.
El plan de negocio a tres años en el que se incluye este giro comercial prevé además una facturación de 4,2 millones en 2004, con lo que se equilibrarían las cuentas de la empresa. Los beneficios llegarían entre los años 2005 y 2006, cuando la firma espera facturar, respectivamente, 5,8 y 6,8 millones. El plan incluye también una inversión de 4 millones en inmovilizado (la fábrica está parada este mes de agosto por las obras de reparación en todos sus edificios) y de 3 millones en un plan de marketing para llegar a los mercados ya citados.
'Pickman representaba para mí un reto personal interesante y una buena oportunidad de negocio a largo plazo', explica Emilio Portes, director general de la empresa desde diciembre de 2003. El mercado de las empresas es el que más expectativas despierta en el nuevo propietario y de donde llegará el 40% de las ventas. Pickman ya ha lanzado su primera campaña (en otoño llegará la segunda cara a las fiestas navideñas) dirigida a las 20.000 primeras sociedades mercantiles del país. A estas empresas se le ofrecerá además en exclusiva la posibilidad de adquirir piezas de loza de series limitadas que se fabricarán a partir de las planchas que se guardan en el Museo Pickman. El museo, sito en las instalaciones de la empresa en la carretera de Mérida, fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 1998. Un proceso de selección que se ha hecho también con el sector de la restauración y el catering. La Cartuja de Sevilla se va a dirigir a 15.000 de los 350.000 puntos de este negocio en España, principalmente los de alta gama. 'La acogida hasta ahora ha sido buena pero es un mercado que tiene que madurar aún'. Este segmento del mercado aportaría otro 20% de la facturación hasta 2006.
Portes explica que en el mercado de particulares, del que esperan obtener el 40% de la facturación restante, han decidido prescindir de intermediarios y cerrar las dos tiendas propias que tenía la firma en Sevilla. 'Hemos seleccionado a 12.000 puntos de venta de este tipo, de los aproximadamente 400.000 que hay en España, para proponerles formar parte de nuestra red de establecimientos colaboradores'.
Nueva etapa libre de deudas
Para llegar a ser el propietario de la firma y de sus dos marcas comerciales, Portes compró la totalidad de las acciones de Pickman a la familia Ruiz de Alda (que la gestionó desde 1999 hasta su cierre en febrero de 2003) por el precio simbólico de un euro. Paralelamente, Portes llegó a acuerdos con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social para cancelar las deudas y levantar el embargo que existía sobre las marcas Pickman y La Cartuja de Sevilla. Además, Portes acordó con la Dirección General de Patrimonio del Estado, propietaria de todos los activos, la compra de las instalaciones de la firma sitas en la carretera de Mérida desde 1982. Pickman está así libre de deudas por primera vez desde hace 30 años.