Nubarrones sobre el nuevo curso bursátil
Con ligeros respiros cuando la OPEP o el Gobierno ruso dan alguna buena noticia, las Bolsas mundiales están deslizándose a la baja en las últimas semanas de julio y los primeros días de agosto al son que marca el petróleo que ha alcanzado precios máximos históricos (el brent, crudo de referencia de Europa, cotizó ayer a 40,65 dólares/barril).
Con ligeros respiros cuando la OPEP o el Gobierno ruso dan alguna buena noticia, las Bolsas mundiales están deslizándose a la baja en las últimas semanas de julio y los primeros días de agosto al son que marca el petróleo que ha alcanzado precios máximos históricos (el brent, crudo de referencia de Europa, cotizó ayer a 40,65 dólares/barril). Y el temor que ahora se extiende entre los analistas es que si el brent y del West Texas (referente en Estados Unidos, que se mantuvo ayer en los 44 dólares) no frenan su escalada, el inicio en septiembre del nuevo curso bursátil quedará marcado por las incertidumbres. Será cuando se cumple el tercer aniversario de los atentados del 11-S y cuando ya se había asimilado la crisis bursátil que siguió a esos acontecimientos.
Así David Cano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), teme que 'el escenario que se avecina sea más negativo para el mercado'. Y añade que 'en la actualidad hay dos primas de riesgo: una geoestratégica, relacionada con el resurgimiento de la alarma terrorista, y una cíclica, vinculada al encarecimiento del petróleo'. En definitiva su posición es pesimista, y añade 'que hay demasiadas incertidumbres por resolver para que bajen los precios'.
Los analistas resaltan que los mercados mantienen un comportamiento bajista y errático, pese a que los datos empresariales están siendo positivos (no así el empleo). Con julio se ha cerrado un mes 'en el que la sensación positiva que han dejado los resultados semestrales no se ha trasladado a los mercados, afectados por la revalorización vertical de los precios del crudo que han vuelto a retomar el protagonismo de meses anteriores', señala Safei, sociedad gestora y asesora de inversiones. Y cara al futuro mantiene que 'la evolución de los precios del crudo será la referencia obligada'.
Las empresas aéreas y las más unidas al consumo se verían más afectadas en Bolsa
'No hay visos de que a corto plazo puedan caer y seguirán siendo uno de los factores más negativos para los mercados a la vuelta de las vacaciones de agosto, y no sólo en este mes en el que hay poca negociación', señala Iván Sanfélix, de Intermoney.
Y los analistas de Safei insisten en que aunque los datos fundamentales 'sí que justifican una recuperación de la renta variable, las incertidumbres que pesan sobre el mercado como los precios del crudo podrían empañar el comportamiento de la renta variable'.
Para Sonia Ruiz, de Caja Madrid Bolsa, es preciso asimismo tener en cuenta, cuando se analicen los posibles impactos a medio plazo, 'que puede haber otros factores positivos que contrarrestarían las incertidumbres creadas por el crudo'. No obstante, destaca que la actual situación del petróleo no es, desde luego, 'un dato positivo para la Bolsa'. 'Y si continua así seguiría afectando a la evolución de los mercados bursátiles' añade.
Luis Vadillo, de Renta 4, considera que algunos aspectos positivos están frenando una crisis de más calado en la Bolsa. 'Los índices están aguantando de momento porque la economía estadounidense crece, pero si el petróleo sigue subiendo la Bolsa no va a resistir y no se van a sostener los niveles actuales' declara el analista de Renta 4.
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'Los escenarios que se avecinan son negativos para los mercados'
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Y añade que 'las variables son muy inciertas y habrá que seguir los datos día a día'. También destaca que es preciso estar pendientes de algunas citas importantes como 'la reunión de la Reserva Federal del próximo 10 de agosto para ver qué dice Alan Greenspan' de esta conflictiva coyuntura.
El analista de Intermoney se refiere también al 'pesimismo acusado' que puede producirse en los mercados a la vuelta de las vacaciones. 'Va a cundir el desánimo', añade. Y como otros expertos considera significativo y preocupante que ahora 'el mercado no esté cotizando demasiado las noticias positivas como los buenos resultados empresariales'. Mientras, analistas como los del Barclays estiman que es poco probable que las tensiones del mercado permitan que las cotizaciones del crudo bajen de forma significativa a corto plazo
Por valores, como señala Sonia Ruiz, de Caja Madrid Bolsa, las petroleras como Repsol serían las más beneficiadas de esa coyuntura al alza del crudo, siempre que la crisis no afecte al crecimiento económico. En la misma línea se encontraría Gas Natural, dentro del mercado bursátil español, ya que el gas está indiciado al petróleo y las tarifas recogen después las subidas de las materias primas. Por el contrario, señala que las más perjudicadas serían las que el petróleo tiene un elevado peso en sus costes como en el caso de Iberia.
Respecto a la aerolínea en un informe de Banesto Bolsa se destaca que si hasta ahora la política de cobertura sobre los precios de los carburantes ha permitido moderar notablemente el impacto en costes, las actuales cotizaciones del crudo 'no están permitiendo contratar esas coberturas para 2005 mientras los precios no se desaceleren'. Así Iberia, pese las cifras de crecimiento de tráfico aéreo y el aumento de resultados en el segundo semestre de este año, es una de las empresas más afectadas por las incertidumbres: su cotización del miércoles (2,01 euros por título) fue la más baja del año, frente a un valor máximo de 2,52 euros el 18 de febrero.
También se añade en medios del mercado que se verían afectados en resultados y en Bolsa los valores más directamente unidos al consumo. Los economistas alertan que si el precio del petróleo se mantiene en la frontera de los 40 dólares el barril se rebajarían en dos o tres décimas las previsiones de crecimiento del PIB en el área de la OCDE, además de elevar las posibilidades de subida de los tipos de interés.
Pero de momento se mantienen las operaciones previstas en Bolsa para el último trimestre del año, aunque no sean tan significativas como la puesta en marcha recientemente por los dueños de Google, el primer buscador de internet del mundo. También el Gobierno italiano va a dar un nuevo paso en la privatización de la eléctrica Enel y sacará al mercado acciones por 7.800 millones de euros.
Desconfianza
Los altos precios actuales contienen, según los expertos, una prima de riesgo de seis dólares por las incertidumbres que se han creado en temas clave como la crisis de la Yukos (primera petrolera rusa), las dudas sembradas por la OPEP sobre su capacidad para incrementar la producción (aunque esta semana anunció que la ha aumentado hasta 30 millones de barriles al día) y los continuos problemas de stocks de algunos productos petrolíferos en Estados Unidos.
Además están los enfrentamientos étnicos o políticos en Nigeria (productora de más de 2,3 millones de barriles al día) y en Venezuela, así como la incapacidad de Irak para alcanzar la producción que tenía antes de la guerra, pese a que entonces el país estaba afectado por el embargo y sólo podía exportar dentro del programa de la ONU de petróleo por alimentos. Y es ese conjunto de incertidumbres el que, además de subir el precio, ha creado el temor a un posible desabastecimiento futuro, aunque no se ha registrado todavía una contracción de la producción que no haya sido meramente coyuntural. Pero el miedo hace que acontecimientos puntuales, como el incendio de una refinería en EE UU anteayer, disparen las alarmas.
Es la precaria y cambiante situación de Yukos el caso más claro de inseguridad que temen los mercados. El jueves, tras el alivio del día anterior, el Ministerio de Justicia ruso revocó la decisión de desbloquear algunas cuentas de la petrolera, que le iban a permitir hacer frente a sus deudas, continuar con la producción y atender aspectos básicos para su actividad como el pago de salarios. Por el contrario, Yukos vuelve a estar al borde de la quiebra, así como más cerca de la desmembración, proceso que afecta en primer lugar a su empresa más emblemática, Yuganskneftegaz, que produce el 60% del total de petróleo del grupo. Tras estas nuevas dificultades, la cotización de la empresa rusa bajó ayer hasta 3,75 dólares la acción, muy lejos por tanto de la cotización de casi 16 dólares por título de hace menos de un año.
Aunque las grandes petroleras mundiales como Exxon Mobil, Shell, BP o Total anhelan participar en el posible reparto de los activos de Yukos, temen que las decisiones de Putin creen inseguridad jurídica para sus inversiones. Y el mundo es cada día más sensible a lo que ocurre en ese gigantesco país. No en vano está casi desbancando a Arabia como primer productor mundial.
Además, aunque en las actuales cifras de reservas de hidrocarburos dan una gran ventaja a los saudíes y al aérea de Oriente Medio, los expertos creen que pueden producirse importantes vuelcos a medio y largo plazo. Pero no sólo por los yacimientos de Siberia y el Mar Caspio, sino por el posible agotamiento por la elevada antigüedad de algunos campos árabes.
Y, pese a como también señala el banco de negocios Goldman Sachs, aunque ésta no es una crisis surgida porque se haya reducido el crudo que llega al mercado, la relación entre producción y consumo se estrecha gradualmente.
Las últimas proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el organismo estatal estadounidense para la energía, EIA, apuntan a que el consumo mundial superará los 81 millones de barriles al día este año y los 83 millones en 2005, incrementos debido en parte al tirón de países emergentes, especialmente de China.
Así, la demanda prevista es otro factor que juega a favor del mantenimiento de los precios al alza.
Otro temor que subyace en esta crisis petrolera, tan marcada por los problemas geopolíticos (como ha ocurrido en casi todas las anteriores) es la escalada de violencia de Oriente Medio, que ha llegado a afectar a algunas infraestructuras de Arabia. En este sentido, los expertos prevén que los elevados precios actuales (aunque en estos días se esté hablando de récords de cotización, no son lo mismo los 40 dólares de 2004 que esa misma cantidad hace quince años) serían sólo el principio, mientras que si posibles actos de boicots llegan a afectar a los principales canales de exportación de los saudíes, el precio del barril superaría los 60 dólares.
Este conjunto de inseguridades se producen cuando la industria petrolera (también la rusa) se tiene que enfrentar a un nuevo ciclo de inversiones, para compensar las que no se han realizado en años anteriores. Y esas inversiones añadirían, según un informe de Goldman Sachs, unos cinco dólares por barril.
El dinero se refugia en las petroleras
El dinero se va a las petroleras y a los futuros sobre el crudo, señalaban esta semana los expertos bursátiles al calor de la subida de los precios de los hidrocarburos. Así, mientras los principales índices bursátiles del Estados Unidos y Europa caían o sólo se recuperaban momentáneamente, a las petroleras no les iba tan mal. Las cotizaciones de BP, Total o de la estadounidense Exxon Mobil han mantenido una tendencia alcista en el primer semestre del año y también en estos últimos días.Y es que además la subida del crudo se ha traducido en excelentes resultados, especialmente en el último trimestre. El líder mundial del sector, Exxon Mobil aumentó beneficios un 31%, mientras que Chevron Texaco, la segunda de Estados Unidos, obtuvo unos resultados sin precedentes (4.130 millones de dólares en el segundo trimestre). En la misma línea se ha movido la francesa Total, cuarta mayor del mundo, que ha anunciado esta semana un aumento de ganancias del 22% entre abril y junio hasta 2.200 millones de euros. Y BP ganó un 35% más en el segundo trimestre hasta los 3.530 millones de euros. En el caso de Repsol YPF, el impacto positivo por el alza del crudo se ha visto mermado en los último días por la decisión del Gobierno argentino de aumentar de nuevo el impuesto a la exportación de petróleo. A la empresa hispano-argentina le ha surgido otro posible interrogante: el pacto del presidente de Bolivia con el de Perú para exportar el gas boliviano a través de ese país, con lo que en principio se cierra la opción chilena que económicamente es la más viable para poder competir en precios con la baja y la alta California, destino de ese gas.Pero los analistas señalan igualmente que si la evolución del oro negro se mantiene en la tendencia de las últimas semanas y continúan las incertidumbres respecto a Yukos y la capacidad de la OPEP para mantener sus compromisos, la crisis ya sería también negativa para las petroleras. Una posible subida de los tipos de interés (para atajar la inflación) y una contracción del consumo rebajarían sus posibilidades de ingresos y beneficios.