El arte de hacer guantes con suela
Desde que la piel llega a los almacenes que Yanko tiene en Mallorca hasta que un par de zapatos sale de cualquiera de sus fábricas de Inca y Llucmajor, más de 50 pares de manos han participado en la confección de uno de los más claros productos de calidad que España exporta al mundo. Cualquiera que visite una de estas dos fábricas tardaría dos días en ver cómo se confecciona un par de zapatos, desde que el diseño sale del laboratorio de ideas hasta que un operario da el último cepillado al producto. En este tiempo se incluye las más de 36 horas que los zapatos ya acabados pasan en la horma para adaptarse a ella de forma que después se 'integren' en el pie.
La confección manual del producto, unos materiales de primera calidad y un calce casi anatómico son las señas de identidad de una empresa que, sin renunciar a los compradores españoles, ha entrado en Asia con toda su fuerza. El director general de proyectos de Yanko, Roger Nadal, explica que la elaboración de cada par de zapatos comienza en el laboratorio de ideas, donde se saca una 'camisa' de papel del futuro zapato, que se ajusta después a la horma. Un ordenador marcará después los patrones de ese zapato, con los puntos donde se realizarán los cosidos.
Junto al centro de operaciones de diseño, la otra gran pata que sostiene a la empresa es la calidad de las pieles que utiliza. Un potente olor a cuero inunda el almacén donde se guardan las materias primas de la empresa, pieles traídas de Francia o de Italia, entre la gama más alta del producto. En una pequeña estantería reposan las joyas de la corona, pieles de cocodrilo, de lagarto o de otros preciados animales que multiplican el valor final del producto. Un par de zapatos elaborado con estos materiales puede llegar a costar algo más de 600 euros.
El almacén apenas tiene 50 metros cuadrados porque la filosofía de la empresa no es la producción industrial. De hecho, el 100% de la fabricación se realiza sobre pedido y por ello todas las partidas son pequeñas, lo que permite que cada cliente tenga un producto adaptado a sus necesidades. La piel se corta, bien a mano, bien a máquina, en función de cada una de las partidas y de los pedidos que realizan los clientes.
Una vez cortadas las piezas, en la sección de preparado se trabaja la piel para adaptarla el diseño de cada zapato, de forma que encajen bien y no haya bordes que molesten después. Las piezas se troquelan y se cosen a mano hasta formar la parte superior de cada par de zapatos. Una vez acabada esta fase, se colocan en la horma, donde estarán un mínimo de 36 horas para adaptarse al pie y conseguir un producto indeformable. 'El zapato tiene tiempo de memorizar su futura forma y así quedará garantizada durante años', asegura Nadal.
La resistencia de los zapatos y su adaptabilidad como un guante al pie son dos de las características de este producto. La segunda se consigue con la utilización de hasta sesenta hormas distintas, que varían en función de la longitud y de la anchura de cada pie. Es la elección del zapato a la carta, cuya máxima expresión se encuentra en el sistema de confección conocido como Goodyear. Este sistema tiene su base en la producción bajo pedido con la que trabaja Yanko. El cliente no sólo elige el ancho y largo de sus zapatos; también puede optar entre varios tipos de suela, distintos diseños de zapatos, modelos de pieles y colores diferentes.
La apuesta por la calidad hace que el personal que trabaja para la empresa sea altamente cualificado. De los 180 trabajadores que tiene Yanko, 120 son zapateros, algunos con una dilatada experiencia de varias décadas. Roger Nadal asegura que la selección de personal es uno de los apartados que la empresa cuida con más mimo. 'Cualquiera no puede fabricar nuestro producto', afirma. En ocasiones ello supone un quebranto, ya que se trata de un trabajo de gran estacionalidad. Las dos fábricas de Mallorca trabajan estos días a tope para concluir los pedidos de invierno. Una vez finalizada la fabricación de todos estos pedidos, apenas quedará trabajo hasta que llegue de nuevo la temporada estival, pero la dirección prefiere mantener a sus trabajadores hasta la próxima temporada antes que dejar que abandonen la fábrica'.
Pero no sólo de zapatos vive Yanko. 'Somos una empresa que diseña, desarrolla, ingenieriza, fabrica, distribuye y vende artículos de piel de alta gama', afirma el director de Proyectos. Yanko no las fabrica, sino que las diseña y después las encarga a otros fabricantes, bajo unos estrictos controles de calidad. La firma también tiene la licencia para fabricar los zapatos de la firma Vitorio y Luchino, donde este año han comenzado a producir los zapatos de temporada de invierno y de novia.
La realización de zapatos sobre pedido hace que la empresa no tenga una red potente de tiendas propias. En España están a punto de abrir su octava tienda, mientras que Asia se ha convertido en uno de los referentes de la compañía. En China tienen cinco tiendas abiertas a través de una joint-venture con un socio local y tiene una filial en Japón. Nadal explica que el próximo objetivo es el mercado americano, donde ya tienen una buena posición en México.
Con los pies en el suelo y la cabeza en las alturas, Yanko pisa fuerte en el mercado internacional. Sus señas de identidad son la calidad de los materiales, la profesionalidad y un acabado que cuida hasta el último detalle para que los zapatos se adapten como un guante al pie de cada uno de sus clientes. La empresa mallorquina mantiene un sistema de producción casi artesanal que hace que cada par de zapatos lleve 200 horas de trabajo manual y pase por 50 profesionales en dos días.
Datos básicos
Propietario El empresario catalán Xavier Camp. La marca está muy vinculada con Mallorca, donde tiene toda su producción.Producción Unos 120.000 pares de zapatos al año. Sus dos fábricas, una en Inca y otra en Llucmajor, producen al día unos 400 zapatos. La empresa tiene 180 trabajadores, de los que 120 son zapateros.Comercialización Está a punto de abrir su octava tienda propia en España. Además, el producto se comercializa en tiendas multimarca especializadas. En el exterior, Yanko tiene una tienda en Japón y otras cinco tiendas más a través de una de joint-venture.Sistema Goodyear Es un zapato a la carta, que permite escoger entre distintos anchos y largos para encontrar el calce más adecuado para cada cliente. También se posibilita escoger entre distintas pieles y colores y diferentes tipos de suela. Si se desea, el interior del zapato puede ir personalizado. Un modelo básico está formado por dos suelas separadas por una capa de corcho aglomerado; un cosido interior de la piel superior del zapato con la plantilla y la vira, y el cosido exterior que une suela y vira.Sobre pedido No almacenan producción, ya que trabajan en un 100% sobre pedido. La empresa tiene un muestrario para los clientes y permite fabricar un producto adaptado a las necesidades de cada uno. Por ello se fabrican partidas pequeñas.