La Agencia de Cooperación hereda un lastre de 24 millones
Los nuevos gestores de la Agencia de Cooperación Internacional (AECI) han heredado compromisos futuros infravalorados desde el punto de vista presupuestario en 24 millones de euros, según la fiscalización que el Tribunal de Cuentas acaba de entregar al Congreso.
La revisión contable de la Agencia se centra en el ejercicio de 2001, en el que gestionó un presupuesto total de 281 millones de euros para dos programas básicos: la cooperación al desarrollo y la promoción cultural en el exterior. En este periodo, la AECI tramitó nueve expedientes de modificación presupuestaria por importe de 34,5 millones. El análisis efectuado por el Tribunal de Cuentas revela que los compromisos contraídos entonces para ejercicios posteriores suman 24 millones de euros en el capítulo de subvenciones para la ayuda oficial al desarrollo. Además, a juicio del Tribunal, 'no todas estas subvenciones cumplen los requisitos establecidos en la Ley de Cooperación para tener esta consideración'.
Según el Tribunal, la Agencia concedió una parte importante de las subvenciones, el 36% de las obligaciones reconocidas, 'sin sujeción a los principios de publicidad y concurrencia' previstos en la ley. Para gestionar buena parte de estas ayudas, la AECI recurrió a empresas consultoras, a pesar de que esta es una función propia de personal del propio organismo.
En su revisión de cuentas, el Tribunal ha detectado que la Agencia no disponía de registros centralizados de las ayudas que le permitieran controlar que los beneficiarios de las mismas habían justificado su aplicación.
En 2001 se concedieron ayudas singulares a 25 organizaciones no gubernamentales por importe de 7 millones. En algunos casos, fueron a parar a proyectos que podían haber sido favorecidos en la convocatoria de subvenciones ordinarias. El Tribunal cita uno en concreto al que le fue denegada la subvención ordinaria y usó este otro cauce para lograr la ayuda. También relata el caso de otro proyecto que acumuló por esta vía dos ayudas incompatibles. La AECI ha rehusado hacer alegaciones al informe del Tribunal.
Cortapisas en la tarea fiscalizadora
El Tribunal de Cuentas subraya en su auditoría que las deficiencias de la información remitida por la Agencia de Cooperación Internacional a la unidad del Ministerio de Asuntos Exteriores encargada de hacer el seguimiento del Plan Anual de Cooperación, 'han impedido emitir una opinión sobre el importe' de las ayuda concedidas.Los auditores denuncian también que la ausencia de información sobre los criterios aplicados para valorar las solicitudes de las subvenciones por parte de las organizaciones no gubernamentales 'han impedido emitir una opinión sobre el cumplimiento del principio de objetividad' en la concesión de las ayudas.Asimismo, la inexistencia de registros específicos de las ayudas pedidas en la convocatoria abierta, ha imposibilitado verificar que todas las solicitudes del ejercicio 2001 habían sido analizadas por la Comisión de Evaluación de la Agencia.Por estos motivos, alega el Tribunal de Cuentas, no se pudo verificar si las entidades beneficiarias de las ayudas justificaron la aplicación de los fondos recibidos en los plazos establecidos.