La galería de Juan Bautista Soler
Para Juan Bautista Soler no se trata de estar rodeado de destacadas obras de arte contemporáneas, si no de estar acompañado de amigos. Así se considera de Carmen Calvo, Manolo Valdés, Miquel Navarro o Pepe Sanleón, cuyas obras cubren no solo las paredes del despacho profesional de Soler, si no en general todas las dependencias de las oficinas del Grupo JBS en las que cuelgan obras de estos pintores y de otros, como el Equipo Crónica. 'Forman parte de mi vida', explica Soler.
Lejos del tópico de una oficina, de una constructora repleta de las maquetas de los proyectos en marcha o de los planos de las urbanizaciones en proyecto, las dependencias del grupo de empresas de Juan Bautista Soler, ubicadas en la calle más comercial de la ciudad de Valencia en un edificio histórico rehabilitado, presentan un ambiente mucho más relajado gracias a la pasión de Soler por el arte moderno. Ya sea en la sala de juntas o en los pasillos, y por supuesto su propio despacho, todas las estancias de estas oficinas de 500 metros cuadrados están presididas por alguno de los cuadros de la colección que con el tiempo ha ido completando Soler.
Quizá lo que más llame la atención en el despacho de Soler a simple vista es la menina de madera de Manolo Valdés que prácticamente preside la estancia. El artista valenciano ha realizado numerosas aproximaciones a los personajes reales del cuadro de Velázquez. La que Soler tiene al lado de su mesa está realizada con antiguas traviesas de las vías del tren. Soler gusta de explicar que esta obra, a pesar de su delicadeza estética, podría estar al aire libre puesto que la madera sobre la que ha sido construida ya ha sufrido todos los rigores del clima.
Atesora en su lugar de trabajo trofeos de pesca en barco y una colección de plumas
Como para exterior son las grandes obras del escultor Miquel Navarro, realizadas en hierro. Valencia, de hecho cuenta con dos grandes esculturas suyas, la fuente conocida popularmente como La pantera rosa, por el color de la misma, y el Parotet, una obra que regaló recientemente a la ciudad Bancaja. Soler tiene en su despacho una maquetas regalo del autor, de uno de sus proyectos, así como una pequeña escultura junto a sofá.
El despacho de Soler está en una ligera penumbra que ofrece un clima cálido. Los muebles de madera con tonos oscuros completan el ambiente. A los lados de la mesa de su escritorio, en el que tiene su pequeño ordenador personal conectado a la red, las paredes están cubiertas por dos muebles en cuyas estanterías se mezclan libros de arte, como una colección sobre Tàpies, y otros volúmenes ya más relacionados con el trabajo. Sin embargo, en estas baldas también es posible encontrar más objetos relacionados con otras de las pasiones del constructor.
Y es que el arte es sólo una de las pasiones de Soler. Al margen de algunos recuerdos de sus viajes (un trozo del muro de Berlín, por ejemplo), parte de los estantes acogen algunos premios de otra de sus aficiones: la pesca, cuya modalidad en embarcación practica Soler. Y otra curiosidad. Le gusta coleccionar plumas. Y así, ordenadas en una pequeña caja a tal efecto, guarda una decena de ellas, las que más aprecia, en una de las vitrinas.
Todos estos recuerdos, junto a las fotografías de su familia que ocupan una pequeña mesa auxiliar situada junto a la zona de reuniones del despacho, crean el ambiente que Juan Bautista Soler ha creado en su puesto de trabajo. 'Al fin y al cabo paso más horas aquí que en mi casa', explica el constructor y vicepresidente del Valencia CF.
El nuevo hombre fuerte en Mestalla
Juan Bautista Soler es hijo de Bautista Soler, un constructor muy conocido en Valencia. Es precisamente su padre quien se ha convertido en los últimos meses en el máximo accionista del Valencia CF, aunque es Juan Bautista quien se encarga de gestionar y de representar a su padre en el club. Recientemente ha llegado a la vicepresidencia del club, aunque en realidad es el presidente ejecutivo. Esa pasión por el club de Mestalla también se refleja en su despacho. En una de las vitrinas de sus estanterías está el balón con el que club valencianista jugó y ganó la final de la última copa de la UEFA firmado por todos los jugadores, así como el banderín del partido. Dos pequeñas réplicas de la copa de la Liga recuerdan a Soler que llegó al club el año del doblete.Precisamente en calidad de vicepresidente y máximo accionista ha estado negociando un acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana para la construcción del que será nuevo estadio del club y que sustituirá al vetusto Mestalla. El convenio a tres partes, que se firmó este pasado jueves, sacó en la foto al presidente del club, Jaime Ortí, con Rita Barberá y Francisco Camps. Y es que el trabajo de Soler en el Valencia CF es más en la sombra, mientras que Ortí recibe los flashes.