El PIB de EE UU crece un 3%, menos de lo previsto, por la timidez del consumo privado
La economía de Estados Unidos frenó su ritmo de crecimiento en el segundo trimestre de manera más drástica de lo previsto debido a que los consumidores moderaron sus gastos, en un contexto de fuertes subidas de los precios de la energía.
El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 3% de abril a junio en tasa interanual, frente al ascenso del 4,5% (dato revisado ayer) experimentado en el primer trimestre, según informó ayer el Departamento de Comercio estadounidense.
Se trata de la menor subida desde el primer trimestre de 2003 y decepcionó a los analistas, que esperaban un incremento del 3,6%.
La desaceleración del PIB reflejó el menor gasto de los hogares, que cayó hasta el 1%, frente al crecimiento del 4,2% experimentado en el primer trimestre, lo que supone el peor resultado desde 1995. Los estadounidenses compraron menos bienes duraderos, no duraderos y servicios, aunque siguieron depositando sus ahorros en el sector inmobiliario, ante el temor a una subida de los tipos de interés.
Para los economistas, las fuertes alzas en los precios de la energía podría explicar la timidez del gasto familiar.
A falta de consumo, las empresas recogieron el testigo, con una subida del 8,9% de la inversión, tras el 4,2% del primer trimestre.
El índice de precios ligados al PIB, una importante medida de la inflación, creció un 3,3%, un 0,5% más que en los tres primeros meses del año. Excluyendo los volátiles precios de la energía y los alimentos, la subida fue del 2,6%, tras el 2,4% del primer trimestre.
Ayer se dio a conocer también el índice de confianza del de los consumidores en EE UU, que mejoró levemente en julio. El indicador, elaborado por la Universidad de Michigan, mostró que la confianza subió a 96,7 en julio desde 95,6 en junio.