Diez años al volante para ser buen conductor
Si se entiende por buen conductor aquel que tiene menos accidentes, el español medio necesita diez años de experiencia al volante para llegar a ser un buen conductor. O al menos así se desprende de un estudio con datos de 2002 de la patronal de seguros Unespa.
Para llegar a esta conclusión, el estudio analiza el nivel de accidentes según años de experiencia. Partiendo del nivel medio de siniestros de la totalidad de los españoles, considera como malos conductores aquellos que superan este nivel y pone del lado de los buenos los que están por debajo. No se debe olvidar que como recoge el estudio, cada 17 segundos hay un accidente.
La base 100 equivale a la media de la siniestralidad española y los datos del estudio son esclarecedores en la relación experiencia y accidentes. Los conductores con un solo año de experiencia, elevan la frecuencia de accidentes a 424; es decir, 4,2 veces más que la media. Esta cifra se reduce a un 3,5 en el caso de conductores con dos años. Y sólo con diez años se alcanza la media.
Pero hay más. La experiencia no es igual para hombres que para mujeres. Estas últimas aprovechan mejor los primeros años, pues el nivel de siniestros es mucho más bajo que el de los hombres. 'Una mayor prudencia y percepción del riesgo' es, según la presidenta de Unespa, Pilar González Frutos, la explicación de la menor siniestralidad femenina.
En el primer año la siniestralidad en el caso de los hombres cuadriplica la media, (4,8 veces) frente a 3,5 veces en el de las mujeres. A partir del segundo año comienza un descenso progresivo que es más brusco en los conductores masculinos.
A menor edad, más accidentes. La falta de experiencia se suma a la mayor imprudencia de los adolescentes, algo que se demuestra con que a los 18 años la frecuencia de accidentes graves es cinco veces la media en los hombres y 3,7 en las mujeres. A partir de ahí, se inicia un descenso que es en los primeros años más pronunciado, a razón de un 15% de mejora anual. En la treintena, el perfil del conductor comienza a consolidarse.
La mujer es mejor conductora que el hombre hasta los 35 años y después la situación se invierte. Entre los 41 y los 45 años, los hombres tienen un 17% menos de siniestralidad. Según Unespa esto se explica porque los hijos, que usan el coche materno, empiezan a conducir.
Más siniestros en las costas que en el interior
Aunque desde Unespa se asegura que no existe un patrón territorial de siniestralidad, lo cierto es que las diez provincias con más frecuencia de accidentes son costeras. Pontevedra encabeza esta clasificación, seguida por Melilla, Las Palmas y Vizcaya. En el lado opuesto, Teruel, Soria, Cuenca y Segovia, todas del interior peninsular.En las Comunidades Autónomas este patrón se acentúa porque hay que esperar hasta la décima posición para encontrar una región de interior, Madrid. Estas cotas se registran tanto en turismos, como en ciclomotores y motocicletas, pero destaca la alta siniestralidad de los conductores de dos ruedas en las dos provincias canarias, sólo superada por la Ciudad Autónoma de Melilla, que triplica la media nacional. En número de accidentes graves, Cataluña se lleva la primera posición con 90.942 siniestros, más de 7.000 por encima de Andalucía, que está en segunda posición.Melilla y Ceuta repiten los primeros puestos en el caso de los accidentes leves, sólo con daños materiales, seguidos por Madrid. Cinco de las diez primeras provincias de cada clasificación repiten: Melilla, Vizcaya, Las Palmas, Cantabria y Guipúzcoa.Unepa realizó una estimación para calcular cuál sería la Comunidad a la que los accidentes le saldrían más caros. La respuesta es Galicia, donde el coste estimado roza el 0,9% del PIB.