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Pacto

Los países de la OMC avanzan hacia un acuerdo agrícola, pero las diferencias en la industria persisten

Los cinco grandes actores del comercio mundial (Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, la India y Australia) han llegado hoy en Ginebra a un difícil compromiso que, de ser aceptado por el resto de los 147 miembros de la Organización Mundial del Comercio, relanzaría finalmente la llamada 'ronda de Doha', iniciada en 2001 y paralizada desde la reunión ministerial de septiembre de 2003 en Cancún (México), por las diferencias irreconciliables en torno a la cuestión agrícola.

Los elementos de ese compromiso, negociado a puerta cerrada en la embajada de Estados Unidos, están ya en manos del presidente del grupo de agricultura, Tim Groser, quien ahora debe incorporar las propuestas de otros grupos de países, que se quejan de haber sido marginados en las negociaciones. En este sentido, el resto de los países miembros se han mostrado especialmente críticos por su exclusión del grupo que lo negoció y del poco tiempo que les quedará para un análisis adecuado del documento, sobre el que deberán pronunciarse, en un tiempo récord, ya que el plazo fijado vence en la medianoche de mañana, viernes.

El compromiso de los cinco grandes (G5) elimina la equiparación que se hacía en el primer borrador de Groser entre productos sensibles de los países ricos y los que actualmente están protegidos por contingentes arancelarios ya que los países más pobres se quejaban de que eso significaba, en el caso por ejemplo de Europa, alrededor de 1.800 líneas arancelarias, que podrían quedar exentas de los compromisos generales de reducción arancelaria que se adopten. La propuesta del G5 deja abierto el número de productos sensibles que podrían seguir protegidos tanto en los países ricos como en los en vías en desarrollo pese al diferente peso que el sector agrícola tiene para las economías de unos y otros.

Otro tema polémico en el que ha habido convergencia entre los cinco, según esas fuentes, es el relativo a los apoyos internos: Estados Unidos ha aceptado negociar criterios más estrictos para evitar una reclasificación de ayudas que le hubiesen permitido continuar a un nivel igual o superior al actual sus exportaciones a precios de "dumping". Según la fuente consultada, "de esa forma se pretende llegar a reducciones reales del total de la ayuda interna que distorsiona el comercio agrícola".

Las negociaciones sobre el comercio de productos industriales continúan paralizadas

Pese al principio de acuerdo por parte de los cinco grandes del comercio mundial (Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, la India y Australia) en cuanto al tema agrícola, los Estados miembros de la UE y los países pobres del G-90 continúan sin encontrar una solución en el ámbito del comercio de productos industriales.El comisario de Comercio y representante de la UE en las negociaciones, el francés Pascal Lamy, afirmó que la UE sólo podrá aceptar una reducción de los derechos de aduana de estos productos, una propuesta incluida en el proyecto de la OMC publicado el pasado 16 de julio.Por contra, los países del G-90, en especial Túnez, Uganda y Zimbabwe, se han opuesto férreamente al texto, al considerar que el acuerdo conllevaría una apertura a las importaciones de productos industriales venidos de países desarrollados.Fuentes próximas a las negociaciones indicaron que el principal obstáculo para la consecución de un acuerdo es que algunos países vinculan una reducción en los derechos de aduana para los productos industriales a una solución satisfactoria en materia agrícola, según informa EFE.

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