¿Me pasas un juego 'ripeado'?
En una sala de chat integrada en el programa de compartir archivos que proporciona la organización de la Campus Party de Valencia, los 4.500 participantes en la octava edición de este encuentro de fanáticos del ordenador charlan, se conocen, hacen bromas y, sobre todo preguntan.
En sólo diez segundos con la mirada fija en el canal varios usuarios han preguntado si alguien tienen tal o cuál programa o juego ripeado, es decir, desprovisto de las medidas de seguridad que incluyen las empresas para evitar su pirateo. El objetivo, conseguir una copia de ese programa o juego al módico precio de cero euros gracias a los internautas.
Un simple paseo por los ordenadores permite ver que muchos de ellos tienen funcionando a toda máquina programas como el eMule, un clásico para descargarse películas o música que otros internautas comparten con el resto de usuarios de la red. No es una cosa que se haga en secreto. De hecho ayer era muy fácil ver ordenadores cuyo propietario se había ausentado de su puesto y ni había apagado el monitor o ni siquiera se habían molestado en haber minimizado el programa.
La organización insiste en que rechaza el pirateo de material protegido
'Sabes que este tipo de actividad es ilegal ¿no?', pregunta el periodista a uno de los participantes en la Campus. El joven, que roza los 18 años, contesta con cierta cara de incredulidad. 'Sí, pero vaya...'. Posiblemente si el periodista no se hubiera identificado las reacciones podrían ser distintas y la carcajada se hubiera oído desde el otro lado de la inmensa carpa de 12.800 metros cuadrados que cobija a los 4.500 jóvenes durante toda esta semana.
La tentación es, en verdad, grande. Un año más, los organizadores del evento informático-lúdico más importante de España se han superado y han puesto a disposición de los participantes de la Campus dos líneas con 622 megas cada una, lo que permite navegar 300 veces más rápido de lo normal. Para hacerse una idea, Telefónica concentra en el recinto del evento el 15% del ancho de banda instalado en toda España. A esa velocidad, lo que en casa tarda en bajar horas, aquí tarda minutos.
'Nosotros ponemos a disposición de los participantes un ancho de banda excepcional, lo que hagan con él no es responsabilidad nuestra, aunque les informamos de que este tipo de actividades son ilegales e intentamos concienciarles', explican desde E3 Futura, la asociación organizadora del encuentro. De hecho, este año han llamado a la Sociedad General de Autores (SGAE), -que emitió un comunicado expresando su temor por la vulneración de los derechos que puede producirse en un acto como este- a que den una charla hoy mismo para explicar el daño que se ejerce con la piratería.
No lo tendrá fácil el responsable de la SGAE, puesto que están en el punto de mira de muchos de los participantes a los que les irrita tener que pagar el canon de los CD, máxime si además sólo los usan para guardar datos no protegidos.
Aunque este asunto es el que más polémica ha levantado este año no hay que olvidar que la Campus Party es un evento donde se experimentan los avances en la sociedad de la información, de alto nivel tecnológico, y que permite a los jóvenes, que pagan entre 80 y 140 euros de inscripción y que se traen sus equipos de casa, una buena convivencia.
Redes privadas inalámbricas, el reto de este año
En el recinto de la Campus Party se ha instalado una tienda de material informático que está haciendo su agosto en julio. Aunque inicialmente uno podría pensar que lo que más venden son CD, la realidad es muy distinta y los campuseros (como se ha bautizado a los participantes sin la evidente intervención de ninguna agencia de marketing) puede que aún estén usando los que han traído de casa. Con todo Batch-PC está preparada con miles de ellos. Pero lo que sí está teniendo mucho éxito es todo el material para montar redes de wireless, según asegura Yolanda Encinas, directora comercial de la red de tiendas madrileña. Tarjetas, puertos de acceso o sistemas bluetooth se venden con gran facilidad. Eso y fuentes de alimentación, ya que están sufriendo algunos picos de tensión. Iberdrola ha montado un dispositivo especial ante la gran cantidad de energía que requieren los equipos.