Ahorrar energía durante el verano
Hay gastos energéticos que están irremediablemente vinculados al verano, como el aire acondicionado, como hay también consejos para el ahorro que cobran mayor sentido en el período estival.
Es el caso de la buena costumbre de descongelar el frigorífico al irse de casa, ya que la capa de hielo a partir de tres milímetros de espesor origina un aumento del 30% en el gasto de energía, según la ONG WWF-Adena.
El ahorro en el consumo de los aparatos de aire acondicionado empieza por ventilar bien la casa e instalar toldos y persianas que impidan las radiaciones directas del sol y que disminuyen, por tanto, la necesidad de refrigeración. El Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda conectar el aire a unos 25 grados, ya que cada grado que se disminuya supone un aumento en el consumo del 8%. Instalar un termostato, si no lo tuviera el aparato, es recomendable.
Como en los frigoríficos, los aparatos de aire acondicionado de etiquetado clase A son los más respetuosos con el medio ambiente y el bolsillo. Los cambios en casa a la vuelta de vacaciones podrían pasar por instalar bombillas de bajo consumo, que ahorran hasta el 80% de la energía. 'Sustituir una sola bombilla incandescente de 100 vatios por otra de bajo consumo, puede evitar la emisión a la atmósfera de más de media tonelada de CO2 al año', se asegura desde IDAE.
Los interruptores presenciales y los reguladores de intensidad luminosa electrónicos son también dispositivos contra el despilfarro.