La competencia de los genéricos drena las ganancias de GSK
La mayor farmacéutica europea, GlaxoSmithKline (GSK) anunció ayer que sus beneficios en el segundo trimestre han caído un 13%. Los ingresos de la compañía alcanzaron los 1.768,5 millones de euros.
El impacto total de las copias de los antidepresivos Paxil y Wellbutrin en EE UU se han hecho sentir en las ventas y el valor del dólar implicó que las cifras fueran aún peores al traducirlas a libras esterlinas.
GSK sufre las condiciones comerciales más duras desde su creación hace cerca de cuatro años, pero los resultados no fueron tan malos como temían los inversores. Las acciones del grupo subieron un 1,59%.
Jean-Pierre Garnier, director ejecutivo de la firma, reiteró que espera que la empresa crezca nuevamente en el cuarto trimestre y dijo que GSK informaría a sus inversores sobre dos nuevos productos clave para el dolor y la depresión en noviembre.
Para el año completo, GSK anunció que todavía espera ganancias, excluyendo los efectos negativos del tipo de cambio. El declive de Paxil incrementó la confianza de GSK en Advair, un fármaco para combatir el asma. La compañía tiene 22 medicamentos que espera lanzar al mercado a partir de 2007.