âpera para todos los públicos
Al estilo de los grandes musicales, La Traviata de Giussepe Verdi llega a finales de septiembre a España. Los más de 300 bailarines, actores y músicos, 2.500 watios de sonido, el vestuario con 300 reproducciones de trajes del siglo XIX y los dos millones de euros de inversión sirven de pista para imaginarse la magnitud de una superproducción que quiere acercar la ópera a todos los públicos.
Tras pasar por Bruselas, Colonia y Lisboa, el espectáculo se estrenará en el Palau Sant Jordi de Barcelona, los días 24 y 25 de septiembre, y posteriormente pasará al Palacio de Vistalegre de Madrid, el 1 y 2 de octubre. Recintos de grandes dimensiones para acoger un escenario circular de 1.000 metros cuadrados y a un amplio aforo. Para atraer al gran público las entradas tienen precios asequibles: desde 26 y 30 euros.
La Traviata vio la luz en 1853 en el Teatro La Fenice de Venecia y ahora llega a las dos ciudades españolas en un montaje 'tridimensional', como le gusta llamarlo al responsable del proyecto, David del Castillo. Esta Traviata está dirigida al público apasionado por los grandes musicales, aunque la productora asegura que no defraudará a los aficionados a la ópera.
Además del efectismo del montaje, esta versión popular cuenta con la soprano ucraniana Olga Mykytenko, premio Boris Christoff y premio Maria Callas en 1997, que interpreta a Violetta, la protagonista. La voz del enamorado, Alfredo Germont, corre a cargo del tenor estadounidense Gerard Powers, que ya estuvo en España en 2002 con Nabucco, también del gran compositor italiano.
La orquesta y coro de la âpera Nacional de Rousse (Bulgaria) interpreta la partitura de Verdi bajo la batuta de Koen Kessel y la dirección de escena es responsabilidad del belga Frank Van Laert, que ha combinado durante su carrera la creación de grandes musicales y óperas.
La tragedia del amor imposible entre una bella cortesana del París del siglo XIX, Violetta, y Alfredo Germont, un joven aristócrata de buena familia está basada en la novela La dama de las camelias de Alejandro Dumas.
El libreto es una adaptación de Francesco Maria Piave y la partitura es una de las más representativas del compositor de Parma, figura clave del Romanticismo en el siglo XIX.