IA Soft diseña un sistema para facilitar la facturación electrónica
IA Soft, empresa aragonesa especializada en desarrollos informáticos, ha diseñado un sistema para facilitar el acceso de las pequeñas y medianas empresas a la facturación electrónica. La adopción de este nuevo proceso representa un ahorro de hasta el 60 por ciento en los costes de impresión, manipulado y envío de facturas.La inversión efectuada por la pyme aragonesa asciende a 1,1 millones de euros.
Para evitar un cambio traumático, IA Soft propone a las pymes un proceso gradual para la implantación de la facturación electrónica. Primeramente, se analizan los sistemas de gestión actuales de cada empresa, a fín de poder explotar los los datos de facturación y generar los documentos electrónicos necesarios. Sobre esta base, podrá elegirse el sistema electrónico más beneficioso: firmado automático masivo, visado de facturas una a una, envío por e-mail o descarga autentificada desde una dirección web. Carlos Fonaud, director general de la compañía subraya que 'se trata de un sistema seguro , de sencilla implantación y tecnológicamente viable para cualquier empresa '.
La facturación electrónica acaba de estrenar su completa validez jurídica en España. Los requisitos legales de forma y contenido son los mismos que para la factura en papel. Por tanto, la diferencia entre ambos sistemas reside únicamente en el precio. Frente a un coste medio entre 0,70 y 2,30 euros en las tradicionales de papel, la nueva e-facturación, además de eliminar este gasto, minimiza los de instalaciones de archivos y del personal encargado de atenderlos.
Campaña
La pyme zaragozana, en colaboración con Ernst& Young Abogados, ha emprendido una campaña para divulgar entre las empresas aragonesas las ventajas del nuevo sistema.El primer acto ha sido organizado en colaboración con Ernst&Youg Abogados, con el fin de analizar los aspectos jurídicos relacionados con la e-facturación.
Javier Echévarri, director de la consultora en Zaragoza, subraya que 'Hacienda admite ya expresamente que las facturas sean remitidas por medios electrónicos, con la única exigencia de que los medios utilizados garanticen la autenticidad del origen y la integridad de su contenido. Esto puede acreditarse perfectamente mediante una firma electrónica reconocida'.