Los 50 mayores fondos acumulan el 36% del negocio
El año 2004 no está siendo un camino de rosas para los inversores, sobre todo porque la mayoría del colectivo que tiene su dinero en fondos de inversión ha apostado por fondos con muy bajo perfil de riesgo y, por lo tanto, con rentabilidades muy modestas.
El año 2004 no está siendo un camino de rosas para los inversores, sobre todo porque la mayoría del colectivo que tiene su dinero en fondos de inversión ha apostado por fondos con muy bajo perfil de riesgo y, por lo tanto, con rentabilidades muy modestas. Detrás de las grandes cifras de este año, con espectaculares crecimientos en el volumen de ahorro captado (unos 12.000 millones de euros netos desde enero) se esconde otra realidad menos brillante: las rentabilidades de un elevado número de fondos, en especial los de mayor tamaño en los cuales se ha concentrado este año el mayor volumen de dinero, no dan en un elevado porcentaje del patrimonio ni para compensar la inflación.
Los primeros 50 fondos por volumen gestionan en total 77.452 millones de euros, el 35,89% del total del sistema. Su rentabilidad media ponderada en los doce últimos meses se sitúa en el 1,88%. Y en los 30 fondos más grandes de este grupo, los que gestionan más de 1.000 millones y en los que se encuentra depositado el ahorro de 1,6 millones de partícipes (equivalente a un 28,25% del patrimonio total de los fondos), el rendimiento medio apenas alcanza el 1,70%, una ganancia que no sólo se sitúa por debajo de la inflación (3,5% en junio) sino que en ocasiones es inferior a la comisión de gestión del propio fondo.
De los 50 primeros fondos, en 20 la ganancia de la entidad gestora por la vía de las comisiones es superior a la que obtienen los inversores, algunos de los cuales están incluso en pérdidas. En casi la mitad del patrimonio que reúnen los megafondos españoles, el negocio es interesante para las gestoras y casi siempre muy modesto para el partícipe.
En 20 de los 50 mayores fondos gana más la gestora, vía comisiones, que el partícipe
Algunos megafondos tienen comisiones propias de renta variable
La afirmación de que lo pequeño es bueno tiene en los fondos una vigencia mayor. Las grandes campañas de suscripción desarrolladas en estos últimos años han conducido a la creación de grandes 'monstruos' de la inversión colectiva (alguno incluso supera los 7.000 millones), cuya gestión se tiene que orientar inevitablemente por la senda de una estrategia defensiva ya que la inmensa mayoría del dinero que acude a estos fondos proviene de imposiciones a plazo fijo, es decir, pertenece a inversores con nula afición al riesgo.
Unos partícipes que no podrían ser llamados ni siquiera inversores, dada su nula propensión al riesgo. Más del 72% del dinero que manejan las grandes gestoras de fondos españolas está colocado en fondos, grandes o pequeños, que apenas tienen en sus carteras activos de renta variable, es decir, en fondos de dinero o en fondos garantizados.
El 27,6% restante se encuentra en fondos de renta variable o en fondos mixtos, en los que se mezclan activos bursátiles y de renta fija. De ahí el impacto bastante escaso que los movimientos bursátiles suelen tener en las ganancias de los partícipes de los fondos. Ni siquiera los garantizados de renta variable permiten al inversor, al que se le garantiza la recuperación plena de su dinero, una participación más que mínima en las subidas de las Bolsas.
El carácter fuertemente defensivo de los fondos de inversión que acumulan mayor volumen de dinero no se ha traducido, sin embargo, en un abaratamiento de las comisiones de gestión, muchas de las cuales mantienen unos niveles que algunos especialistas consideran exagerados. La comisión media de gestión del conjunto de los fondos de inversión españoles se encuentra algo por encima del 1,2%, pero la comisión de gestión de los fondos de renta variable suele ser superior al 2% debido a los mayores costes que genera la gestión de activos bursátiles.
Pero las comisiones de gestión entre los grandes fondos, algunos de los cuales tienen unos costes de gestión realmente bajos debido al elevado volumen que manejan y a las economías de escala de las que se benefician, están alcanzando en algunos casos cotas propias de la renta variable. El hecho de que 20 de los 50 mayores fondos sean más rentables para el gestor que para el inversor o partícipe (es decir, la comisión de gestión es superior a la rentabilidad del fondo) pone de relieve el escaso aliciente que para muchos inversores tiene colocar su dinero en fondos de gran tamaño, perfil defensivo y sin embargo baja rentabilidad. Algunos de estos grandes fondos tienen comisiones más propias de un fondo de renta variable que de un fondo de gestión totalmente pasiva y que tan sólo se dedica a invertir en activos monetarios de bajísimo o nulo riesgo.
Las comisiones de gestión presentan, en todo caso, grandes diferencias entre entidades. Lo anormalmente bajas que se encuentran algunas (hay fondos monetarios con un 0,15% de comisión) se debe a que se trata de fondos orientados a grandes tesorerías empresariales en los que se establecen importes mínimos de entrada, lo que permite abaratar de forma considerable el coste de la gestión y por lo tanto la comisión que se aplica al partícipe. æscaron;ltimamente, entre los grandes fondos, sobre todo del Grupo Santander, han empezado a aplicarse comisiones variables según resultados, lo que puede resultar doblemente rentable para la entidad gestora.
Para las entidades financieras, las comisiones de los fondos se han convertido en una de sus fuentes principales de ingresos. La comisión media en los megafondos (los que manejan más de 1.000 millones de euros) ronda el 1,05% frente a una rentabilidad para el partícipe que se sitúa en una media ponderada en función del volumen del 1,70% en los doce últimos meses. En los 44 fondos siguientes, que gestionan entre 500 y 1.000 millones de euros, la comisión media es algo más elevada debido a que ya entran algunos fondos más relacionados con las Bolsas, lo que eleva la comisión media hasta el 1,20% para un segmento del mercado en el que los inversores perciben una rentabilidad media ponderada del 2,46% por sus inversiones en los doce últimos meses.
Algunos creen que el panorama puede cambiar con la subida de los tipos de interés, lo que provocará a partir de determinado umbral de tipos, un nuevo desplazamiento del dinero en sentido inverso al camino recorrido en los últimos dos años.
La concentración del ahorro español que gestionan los fondos en un reducido número de grandes entidades se ha agudizado en los últimos dos años. Tres de los diez mayores fondos de inversión no tienen un año de vida.
Y, como es lógico, las grandes entidades han sido las protagonistas de esta captación masiva de dinero. Los 30 megafondos, los que tienen más de 1.000 millones de euros cada uno, pertenecen o al Santander o a BBVA, con alguna aportación de Ahorro Corporación, Caja Madrid, Ibercaja, Banco Popular y Bankinter, con un megafondo en cada caso, y La Caixa, que tiene dos entre los grandes fondos. El papel que están desempeñando las grandes redes en la captación de dinero es decisivo.
Algunos gestores se están preguntando en los últimos tiempos si un fondo de inversión, en particular si es un fondo de renta variable, puede gestionar con eficiencia para los intereses del partícipe una cartera de inversión que supere los 1.500 millones o incluso los 2.000 millones de euros. En los últimos meses han sido varios los casos de fondos que han cerrado la captación de dinero al superar los 1.500 millones de euros, todos ellos fuera de España. En el mercado español todavía no se ha dado el caso, pero algunos analistas creen que podría hacerse necesario en algún momento.
Una quincena de fondos de inversión españoles supera esta cota de los 1.500 millones de euros de patrimonio gestionado, aunque se trata en todos los casos monetarios y garantizados más alguno de renta fija a corto plazo, en los que el volumen no desempeña un papel tan decisivo a la hora de plantear problemas de gestión con vistas a la obtención de rentabilidades competitivas con las que hay en el mercado.
La concentración del ahorro en grandes fondos de inversión ha contribuido en todo caso a reducir el grado de vulnerabilidad y de riesgo de la cartera global de inversión de los fondos españoles, uno de los sistemas más conservadores entre los países en los que los fondos de inversión han alcanzado un grado de madurez apreciable. El hecho de que en el sector de los fondos hayan parecido en los últimos años alrededor de un centenar de gestoras extranjeras, muy volcadas en la renta variable, o que la normativa fiscal haya facilitado el trasvase de dinero entre fondos, no ha convertido al partícipe español en un inversor más predispuesto al riesgo o a la búsqueda de mejores oportunidades para superar la tasa de inflación.
Sólo un euro de cada cuatro toma riesgos
Más del 80% del patrimonio de los fondos de inversión españoles se encuentra en manos de las quince mayores gestoras de fondos. Los cuatro grandes (Santander, BBVA, La Caixa y Caja Madrid) controlan en volumen de patrimonio más del 40% del dinero que mueven los fondos de inversión españoles.La proporción de patrimonios de perfil defensivo es ampliamente mayoritaria en las grandes gestoras debido al carácter masivo de su clientela, menos especializada que en las gestoras pequeñas. Por término medio, sólo uno de cada cuatro euros se orienta hacia fondos de inversión con cierto nivel de riesgo. La media de las quince grandes gestoras destina un 27,6% de su patrimonio a los fondos no defensivos, es decir, a aquellos que no son ni monetarios (FIAMM) ni de renta fija a corto plazo ni fondos no garantizados. Las rentabilidades medias ponderadas entre las grandes gestoras se mueven entre el 2% y el 3% para el conjunto de su masa patrimonial (rentabilidad en términos anuales), alcanzando rendimientos que oscilan entre el 5% y el 6% para ese trozo del pastel claramente minoritario que se destina a las inversiones de riesgo.Entre los 74 fondos con más de 500 millones gestionados sólo hay 7 fondos con cierto perfil de riesgo, aunque de ellos cuatro son fondos de tipo mixto, es decir, mezcla de renta variable y de renta fija. Los tres de renta variable tienen vocación claramente europea y el mayor de ellos gestiona poco más de 700 millones de euros con una rentabilidad anual del 12%, lo que lo convierte este año en el fondo más rentable en términos anuales dentro del grupo de los megafondos. Los otros dos rozan el 10% de ganancia en doce meses. Son los únicos vestigios del riesgo entre los gigantes de la inversión colectiva.