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Automoción

DaimlerChrysler y Thomas Cook endurecen las condiciones de trabajo

DaimlerChrysler ganó ayer la batalla y consiguió que los sindicatos aceptaran un plan laboral que supondrá el endurecimiento de las condiciones de trabajo de más de 160.000 empleados en Alemania.

Después de una larga y tensa reunión de más de 16 horas en la central de DaimlerChrysler en Stuttgart, los sindicatos y la dirección de la compañía llegaron ayer por fin a un acuerdo histórico sobre el plan de ahorro de costes que el fabricante de automóviles puso encima de la mesa hace seis semanas.

El compromiso alcanzado ayer evita la profundización de un conflicto que hubiera llevado a la huelga a los cerca de 160.000 trabajadores del gigante germano-estadounidense del sector automotriz, el mayor empleador de Alemania, con imprevisibles consecuencias sociales.

El nuevo convenio laboral propuesto por la empresa que los trabajadores aceptaron ayer supone en la práctica un endurecimiento general de las condiciones de trabajo. Los 160.000 empleados de DaimlerChrysler en Alemania conllevarán un 2,7% menos de coste anual hasta 2012.

Además, se regresará a la semana laboral de 40 horas desde la actual de 35 horas y se flexibilizarán las regulaciones laborales vigentes en el estado federado de Baden-Wüttenberg, donde se encuentra la factoría de Sindelfingen, que con 41.000 empleados, es la mayor del país germano.

A cambio, la compañía accede a retirar su plan de despidos, que hubiera afectado a unos 6.000 empleados en algunas fábricas. El fabricante de coches tampoco trasladará la producción de la nueva clase C de Mercedes a Suráfrica, como había planteado en un primer momento.

Paralelamente, los miembros del consejo de administración de la compañía, incluido el presidente, Jürgen Schrempp, acceden a cobrar un 10% menos al año. También los cerca de 3.000 jefes de planta verán reducido su salario, aunque aún deberá definirse en qué porcentaje. Estos dos puntos fueron incluidos en el plan en el último momento, después de la enorme presión de los sindicatos, que consideraban injusto que los directivos siguieran cobrando lo mismo.

También ayudó la gran indignación creada en Alemania entre la clase trabajadora, alimentada por algunos periódicos, como el Bild, que llegó a sacar en portada una enorme foto de Jürgen Schrempp fumándose un puro. '¿Es esto justo?', titulaba el Bild .

En todo caso, y pese a esas concesiones finales, el acuerdo es muy beneficioso para DaimlerChrysler, ya que le permitirá ahorrar hasta 500 millones de euros anuales a partir de 2007, como resaltó ayer un portavoz de la compañía en declaraciones a este periódico. El 'pacto por el empleo', como lo define la dirección de la empresa automovilística, 'asegura la competitividad y la capacidad de innovación futuras de DaimlerChrysler', afirmó este portavoz.

Por su parte, el poderoso sindicato germano IG Metall, que ha dirigido las negociaciones con la dirección de DaimlerChrysler desde el principio, valoró ayer el acuerdo lacónicamente como 'satisfactorio', sin más valoraciones.

La paz firmada en la empresa automovilística supone también un balón de oxígeno para el canciller germano, Gerhard Schröder, cuyo Gobierno atraviesa una de las peores crisis por la reforma laboral y fiscal que está emprendiendo en todo el país.

Schröder expresó ayer su satisfacción por el acuerdo, que definió como 'un triunfo de la razón'. El canciller expresó también su esperanza de que sirva de ejemplo para otras negociaciones en marcha en otras empresas automovilísticas alemanas, como Volkswagen, que se está planteando igualmente un plan de reducción de costes.

'El compromiso contribuirá a un fortalecimiento de la recuperación coyuntural y una evolución positiva', afirmó el canciller. Si no es como vaticina Schröder, el menos el acuerdo sí logrará calmar la tensa situación en las fábricas de DaimlerChrysler, donde más de 60.000 trabajadores en huelga llegaron a paralizar la producción durante varios días de la semana pasada.

Distintas condiciones en España

Los sindicatos españoles consideran que el acuerdo alcanzado en DaimlerChrysler no es extrapolable a España, y por tanto, 'nunca aceptaremos aquí medidas de ese tipo', según afirmó ayer Luis Fernando de Luis, responsable de Motor en CC OO. 'En España, los costes laborales son un 30% menores que en Alemania, y la jornada de trabajo es 50 horas al año más alta'. El responsable sindical cree que un debate así no se puede plantear. 'En este país hubo un planteamiento similar en Nissan y Seat, pero la forma de abordarlo no fue nunca el chantaje permanente'.UGT, por su parte, declinó hacer valoraciones ya que, según explicó un portavoz, 'es un caso muy concreto y si coincidimos en los planteamientos, nos podrían acusar de querer implantarlo también en España'.

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