La deuda modera sus descensos

El flujo de dinero procedente de la renta variable, que ayer sufrió severas caídas provocadas por Wall Street, provocó ayer un moderado ascenso en los precios de la deuda. La renta fija, a pesar de su denominación, lleva varios días presa de la volatilidad, como consecuencia de la indefinición acerca de las perspectivas económicas.

En Estados Unidos, el bono del Tesoro más líquido -el de vencimiento a 10 años- se quedó en el 4,462%, cuando el lunes estaba en 4,35%. Pero el jueves anterior, antes de conocerse el dato de inflación, se cambiaba al 4,48%. Ayer el bono español se cambiaba a un tipo del 4,273%, tras haber pasado esta semana por el 4,215% y el 4,31%.

Estas oscilaciones, superiores por lo general a las registradas en los parqués de Bolsa, obedecen a la incertidumbre sobre la política monetaria de Estados Unidos. Las perspectivas del mercado ante la baja inflación hacían suponer un menor ritmo en las subidas de tipos, pero el discurso de Greenspan reafirmó la visión de un alza de tipos gradual pero continuada.

El bono estadounidense cotizaba ayer en el 4,462% y el español, al 4,273%

En cualquier caso, el mercado tiene hasta agosto para barajar las distintas posibilidades hasta el 10 de agosto, fecha en que la Reserva Federal celebrará la penúltima reunión antes de las elecciones.