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Cinco Sentidos

Vivir en una casa de madera

Como saben bien los campesinos de media Europa, las granjas de madera pueden mantenerse en pie durante siglos. Tras ellos, estadounidenses y canadienses acumulan también a sus espaldas mucha experiencia a la hora de vivir en casas de este material. Y, pese a ello, las empresas que construyen este tipo de viviendas aseguran haber tenido que afrontar muchos prejuicios antes de lograr abrirse paso en el mercado español.

'La gente no cae en la cuenta de que todo el casco histórico de las ciudades españolas y europeas está construido con vigas y entramados de madera. Y muchas de ellas llevan cientos de años en pie', señala Enrique Chetrit, gerente de Canexel, una de las compañías del sector. Chetrit recuerda que hace diez años la presencia de estas construcciones en España era menos que testimonial. 'Se hacían unas 10 al año; ahora se hacen 400'. ¿Una moda? 'Se podría decir que sí. Nuestra producción, por ejemplo, se ha triplicado en los últimos años'.

En cualquier caso, lo primero que hay que saber antes de decidirse por una casa de madera es, paradójicamente, que gran parte de la vivienda no está hecha de este material. 'La estructura de las casas es lo que se realiza con madera. Es, por así decirlo, lo que queda dentro de las paredes y el usuario no ve', explica Chetrit.

Las casas tienen un acabado interior en yeso -como las de construcción tradicional- mientras que el exterior puede ser tanto de acabado americano (tablas de madera pintadas) como de otros materiales como, por ejemplo, el ladrillo. 'En nuestras casas no se ve la madera por dentro a menos que el cliente lo pida expresamente. Los baños y la cocina van alicatados y el suelo en madera y en gres', explican desde Canexel.

Al contrario que las viviendas prefabricadas, estas construcciones tienen cimientos y necesitan un proyecto de arquitecto y una licencia de obras. Así, deben cumplir con toda la legislación de construcción europea y española. Y como cualquier otra vivienda se aseguran, se hipotecan y tienen idéntico trato fiscal y legal. 'La garantía es de 10 años como en las viviendas tradicionales. Nosotros, además, añadimos una garantía propia de calidad durante el primer año', explica Chetrit.

Pese a que muchas de las empresas del sector disponen de modelos en catálogo, algunas ofrecen la posibilidad de diseño libre y de utilizar un arquitecto propio.

El precio depende tanto del tamaño como de los materiales utilizados. 'Si hablamos de una vivienda de 200 metros y materiales estándar puede salir por 720 euros el metro cuadrado. A ello hay que añadir el proyecto, la licencia, el IVA y la parcela', explican en Canexel. En la empresa recuerdan que entre sus primeros clientes abundaban los pilotos de aviación 'y otras personas acostumbradas a viajar y ver estas viviendas'. Hoy, son profesionales y parejas de distinta nacionalidad. 'Uno de ellos es estadounidense o nórdico y convence al otro'.

Cinco meses de obras y un 50% de ahorro en energía

Rapidez. Las casas de madera canadiense se construyen en un período de entre tres y seis meses, mientras que las viviendas tradicionales suelen requerir alrededor de un año. 'El hormigón, por ejemplo, necesita 28 días para secar. Nosotros hacemos lo que se denomina obra seca: hoy ponemos el material y mañana está listo', explican en Canexel.Ahorro de energía. Las empresas del sector aseguran que la mayor cantidad de material aislante que incorporan estas viviendas permite un ahorro de energía de hasta un 50%. Además, la energía necesaria para la construcción de la obra también es menor, puesto que el proceso es más rápido y no se necesitan grúas.Mayor insonorización. Las paredes se construyen como si se tratase de una especie de sandwich: madera en el interior y aislante en ambos lados. Ello favorece una mayor insonorización del ruido exterior.Ecología. Las casas de madera se construyen con materiales renovables. 'Se utiliza madera certificada de bosques de Canadá, Alemania, Suecia y Finlandia', explica Enrique Chetrit. La madera utilizada suele ser abeto alemán o pino spruce.Economía. Las compañías que construyen este tipo de viviendas recuerdan que frente al alza de precios que ha experimentado el acero, por ejemplo, la madera se mantiene en el mercado con un precio similar.Salud. Los expertos aseguran que las construcciones en madera son más beneficiosas para la salud. Entre sus ventajas destaca el reducir la posibilidad de alergias. Además, son más fáciles de calentar y conservan el calor, lo que reduce, por tanto, la necesidad de utilizar calefacciones elevadas.

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