Escasos avances en la búsqueda de una solución

La incorporación de laboratorios farmacéuticos de peso a la búsqueda de una vacuna contra el sida puede considerarse como el aspecto más positivo en la lucha por encontrar una solución definitiva a la enfermedad. Que grandes farmacéuticas como Merck y GlaxoSmithKline estén invirtiendo en ello es algo relativamente novedoso. Los avances de las biotecnológicas en este campo también son esperanzadores. La coordinación de Aventis y VaxGen puede mejorar los anteriores intentos en solitario realizados por VaxGen. Pero lo cierto es que la dificultad científica y técnica en el tratamiento del virus del sida y la escasa financiación que reciben los estudios sobre vacunas retrasan la llegada de una solución. En la Conferencia Internacional del Sida celebrada esta semana en Bangkok, el presidente de IAVI, Seth Berkley, destacó que casi todas las iniciativas en marcha se basan en las mismas hipótesis de respuesta ante el virus -incrementar los glóbulos blancos y células T, que atacan a las células del sistema inmunológico ya infectadas por el HIV-. Si falla esta vía, se cae todo el sistema. No hay en marcha vacunas que activen anticuerpos contra el virus antes de que este actúe.