Alsa vuelve a crecer en España al comprar parte del negocio de Trapsa en Madrid
El grupo Alsa ha vuelto a crecer en España, tras la sonada adquisición en 1999 del grupo público Enatcar, al cerrar la compra de parte del negocio de Trapsa, una de las grandes del sector en Madrid.
El líder del transporte por carretera, controlado por la familia Cosmen, alcanzó ayer por la mañana un acuerdo con la empresa de Gerardo Díaz y Gonzalo Pascual por el que se hace con la línea de transporte regular entre Madrid y la ciudad dormitorio de Tres Cantos, así como con el servicio urbano de esta última localidad, según aseguraron fuentes de Trapsa. Alsa se limitó a confirmar el interés del grupo por la línea Madrid-Tres Cantos dentro de sus planes genéricos para crecer en el mercado español.
Aunque el monto de la transacción no ha trascendido, fuentes cercanas a la operación lo sitúan en el entorno de los 12 millones de euros.
La negociación, en la que han intervenido varios grupos del sector, se inició hace semanas y permite a Alsa asegurarse varios objetivos. Por una parte, realiza su primera adquisición significativa en España tras la compra de Enatcar. Esta operación generó un dictamen del Tribunal de Defensa de la Competencia, asumido parcialmente por el Gobierno de entonces, que limitaba las adquisiciones del grupo asturiano dentro del país en el segmento del negocio interurbano para no distorsionar la competencia en el mercado. Asimismo, se obligó a Alsa a desprenderse de alguna línea en ese segmento.
Al mismo tiempo, Alsa, que considera que ese dictamen no le impide realizar una operación como la de Trapsa por afectar al negocio periurbano o de cercanías, logra penetrar en el mercado de la Comunidad de Madrid, donde tiene una presencia testimonial.
La línea Madrid-Tres Cantos mueve unos cinco millones de pasajeros al año y genera una cifra de negocio cercana a los cinco millones de euros. El beneficio ronda 1,6 millones.
De forma paralela, Alsa logra una posición notable en el consorcio de Transportes de Madrid, un órgano clave dentro del sector y que mueve importantes subvenciones.
Finalmente, la concesionaria opera en el intercambiador de Chamartín, referencia en los movimientos urbanos del norte de la Comunidad. Además, el Gobierno regional tiene intención de desarrollar una serie de centros de transbordo en distintos puntos de la ciudad y de la región y Alsa toma posiciones para participar es los planes del Ejecutivo madrileño.