Nueva querella a Telefónica por quiebra fraudulenta de Sintel
El caso Sintel sigue avanzando y, por ahora, los pasos están lejos de favorecer a Telefónica. La última noticia que ha recibido el ex monopolio es que contra ella pesa una acusación más. Así se refleja en el informe anual enviado a la SEC estadounidense, donde la operadora anuncia que, desde el 29 de junio, también está en litigio la presunta quiebra fraudulenta de Sintel.
Esta nueva acusación forma parte de la querella criminal presentada contra Telefónica por presunta extorsión por la exigencia de la operadora a Sintel de responder por la deuda que Mastec tenía con la primera. Ahora, los ex trabajadores de la antigua filial de instalación de redes de Telefónica quieren que el ex monopolio también responda a la acusación de quiebra fraudulenta de Sintel.
Telefónica no se ha quedado parada y el 4 de julio, en pleno domingo, solicitó al juez de instrucción el rechazo de la nueva acusación.
Su objetivo es tener ahora más éxito que en el pasado, porque el informe anual también constata que el 22 de abril se rechazó su petición de archivar la querella criminal.
Telefónica tampoco ha tenido suerte con sus intentos para retrasar el día del 8 de junio de 1998 que consta en la declaración de quiebra de Sintel y que determina la fecha de retroacción de los efectos. El ex monopolio pretendía posponer este momento para dejar sin efecto un requerimiento de pago de casi 23 millones de euros remitido a Telefónica en relación con la operación de venta de Sintel. Esta operación se firmó el 30 de diciembre de 1998, así que la operadora presentó una demanda incidental para que la fecha de retroacción de la declaración de quiebra fuera posterior a esta fecha.
El pasado 14 de junio se conoció la respuesta. La fecha no se mueve.
El capítulo de incidencias no termina ahí. Ya al margen de Sintel, Telefónica también ha sabido recientemente -la semana pasada- que su recurso contencioso-administrativo contra una multa de 18 millones impuesta por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones no ha prosperado. La Audiencia Nacional lo rechazó el pasado día 8 y Telefónica tendrá que recurrir en casación en el Tribunal Supremo.