El campo de golf más caro de España
El Real Club de Golf El Prat, el más laureado de nuestro país, pone este fin de semana un brillante broche a la celebración de sus 50 años de historia: la inauguración de un nuevo campo de golf de 45 hoyos, con una inversión total de 34 millones de euros. Se trata de la mayor inversión realizada en nuestro país para la construcción, única y exclusiva, de un campo de golf, que no contempla ninguna urbanización a su alrededor, creada para uso y disfrute de un máximo de 2.700 socios con acceso a uno de los más modernos recorridos de golf de Europa, diseño del golfista australiano Greg Norman.
Precisamente será este domingo cuando El gran tiburón blanco, como popularmente se conoce al australiano, desafíe al castellonense Sergio García, socio de honor del RCG El Prat y donde debutó en 1999 como profesional. El desafío estará abierto a los socios de la entidad y a todos aquellos aficionados con licencia expedida por la Real Federación Española de Golf, que tendrán la ocasión de vivir un espectáculo golfístico único en directo y también la posibilidad de visitar un marco de ensueño creado exclusivamente para el golf, cuya realización supone el mejor ejemplo de la correcta acción que los campos pueden tener sobre el territorio.
El club, forzado a abandonar sus primitivas instalaciones junto al aeropuerto de Barcelona a causa de la ampliación del mismo, consiguió una importante indemnización de AENA para dejar los terrenos que disfrutaba. Así pudo acometer la multimillonaria inversión que supuso su traslado hasta la ubicación actual en Terrassa donde, en un principio, no se vio con buenos ojos un proyecto reservado a una élite. Y es que el nombre del RCG de El Prat siempre ha estado ligado a la más tradicional burguesía catalana.
El nuevo equipo directivo del club, presidido por Higinio Raventós, que emprendió la labor de encontrar los terrenos idóneos y que ha cargado con el peso de la ejecución del proyecto, no ha querido seguir de espaldas a la sociedad actual y, si bien 'se trata de un club cinco estrellas', como le gusta definirlo, 'no está reñido con el entorno, sino todo lo contrario'. Los aires de modernidad han traído un aperturismo que los socios del club, reacios al principio, han percibido como beneficioso.
El nuevo campo del RCG El Prat pone de manifiesto que, con medios, el golf no está enemistado con la naturaleza y por ello coopera con Audubon (Cooperative Sanctuary System International), sociedad dedicada a la conservación del medio ambiente y a la preservación y al desarrollo de las zonas con valores ecológicos.
Terrassa gana una zona para el disfrute de la naturaleza
Una de las partes del proyecto ha sido la construcción de un campo de golf público, nueve hoyos de par tres, con campo de prácticas y Casa Club, obra del arquitecto Carles Ferrater, y escuela con aulas para clases teóricas. Además, el RCG El Prat ha cedido un espacio a la ciudad de Terrassa, 140 hectáreas que antes eran privadas, para pasear, ir en bicicleta, practicar todo tipo de deportes o simplemente como zona de descanso. Aunque probablemente uno de los mayores logros es la utilización de agua reciclada para el riego, que se distribuye según las necesidades por medio de controles automáticos y tras pasar analíticas continuadas para garantizar la seguridad de los practicantes.