Los jefes ineptos son más tóxicos
Qué es un jefe tóxico? La relación de características de ese ejemplar de directivo que prolifera en las compañías españolas (y las del exterior) han sido recopiladas por Iñaki Piñuel en el libro Neomanagement. Jefes tóxicos y sus víctimas (Aguilar), que recoge algunos de los métodos usados en este nuevo sistema de gestión y dirección empresarial. Van desde los intentos de intimidación propios de los campos de trabajo, a juicio del autor, a los vicios del medievo, como no pagar a las personas que empiezan a trabajar.
En un intento de tratar con cierto humor (sin minimizar su importancia) las penalidades laborales que llevan a muchas personas a acudir a la farmacología o al diván del psiquiatra, Piñuel destaca los síntomas que pueden alertar sobre las diversas personalidades peligrosas de personas que ocupan cargos de dirección. Así si su jefe le asigna trabajos absurdos, le minusvalora sin importar lo que haya hecho o le impide expresarse, se debe plantear que está ante un jefe tóxico, circunstancias que conllevan un riesgo psicosocial entre moderado a insostenible, en función del grado de toxicidad.
Además, estas personas tienen otros indicadores por los que se les puede identificar. En el caso de los narcisistas, intentan monopolizar todos los éxitos, están incapacitados para el aprendizaje, buscan subordinados dóciles y se consideran personas imprescindibles. La frase 'qué sería de vosotros sin mí' es uno de sus lemas favoritos.
Cuando se trata de un jefe psicópata, algunas de sus manifestaciones están relacionadas con 'la tendencia a explotar a los demás mediante un estilo de vida parasitario', según manifiesta Iñaki Piñuel en su libro. Y además miente, manipula y se ensaña con 'los trabajadores más vulnerables, a los que denigra y rebaja'. Pese a ello, 'aduce argumentos morales finalistas o teológicos ante los demás'.
En general, según Piñuel, el origen del ascenso de este tipo de jefes es una política que a veces sólo se basa en conocimientos técnicos, aunque también se deba al propio temor de otros directivos (ubicados más en la cúspide de la pirámide) a que encumbrar a personas críticas y ajenas a determinados clanes. Y muy a menudo, a juicio de Piñuel, los neomanagements son directivos que no soportan a los que 'son libres y disienten de la opinión oficial'.
Pero la obediencia acrítica, el pasotismo que a veces provocan esas organizaciones o el paralizador temor ante los jefes no son tampoco eficaces para el futuro de las compañías, según añade el autor, que se apoya en su experiencia como consultor durante casi dos décadas y en su trabajar como director de recursos humanos en diversas multinacionales del sector tecnológico.
Los jefes y organizaciones tóxicas no sólo producen enfermedades y síndromes sobre los que alerta la Organización Internacional del Trabajo, sino que además son a la larga nefastos para cualquier proyecto empresarial. El libro describe algunas de las características que pueden hacer a algunas personas víctimas prioritarias. La competencia puede ser un factor negativo.