Las dudas sobre EE UU impulsan al euro
Una semana después de que la Reserva Federal aprobara una subida de tipos hasta el 1,25%, el euro, lejos de debilitarse, como habían pronosticado algunos expertos, ha fortalecido su carrera frente al dólar. En estas cinco últimas sesiones se ha apreciado un 2,39% y ha alcanzado el nivel más alto en cuatro meses.
Una semana después de que la Reserva Federal aprobara una subida de tipos hasta el 1,25%, el euro, lejos de debilitarse, como habían pronosticado algunos expertos, ha fortalecido su carrera frente al dólar. En estas cinco últimas sesiones se ha apreciado un 2,39% y ha alcanzado el nivel más alto en cuatro meses.
Para los analistas existe una explicación central a este comportamiento. El déficit comercial de EE UU aumentó en abril un 3,8% y alcanzó la cifra récord de 48.300 millones de dólares, cuando el mercado esperaba una caída. Por tanto, y ante este escenario, a Estados Unidos le interesa tener una moneda débil para atraer fondos extranjeros que permitan mejorar el estado financiero del país. 'Esta tendencia se va a mantener en los próximos meses. Yo creo que al menos hasta noviembre mes en el que se celebran las elecciones presidenciales. A partir de entonces habrá que ver si los ciudadanos han votado por mantener un Gobierno que ha optado por una política deficitaria o si han preferido un cambio', comenta Joan Bonet, de Credit Suisse.
Arló Carrió, experto de Sabadell Banca Privada, opina que el déficit comercial va a continuar presionando a la baja al dólar. 'Son relevantes las expectativas que hay sobre las próximas actuaciones de la Reserva Federal. El mercado se ha relajado en este sentido y hasta hace poco se apostaba porque los tipos estuvieran en el 2,5% a fines de año y ahora está en el 2%'. Añade que 'los datos económicos están siendo más débiles de lo que se esperaba, como se ha visto del lado de la creación de empleo y el ISM no manufacturero. Esta desaceleración va a continuar en la segunda parte del año'. Carrió espera que el euro se configure en un rango amplio, pero 'la vista está puesta sobre los 1,30 dólares', dice.
Este nivel también es apuntado por Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios Consulnor, quien comenta que al tiempo que 'se han moderado las expectativas de subidas de tipos en Estados Unidos las demás economías incluida la europea, están mostrando un mayor dinamismo. Por lo tanto, el dólar seguirá vulnerable frente a las divisas de sus principales socios comerciales y reanudará su descenso en el segundo semestre. Es probable que el peso de este ajuste sea repartido más equitativamente entre el euro y el yen japonés, porque Japón está ahora en mejor posición para asimilar la apreciación de su moneda'.
Goldman Sachs acaba de rebajar sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos porque a su juicio 'la desaceleración de la productividad significa menor crecimiento y más inflación'. Coloca el PIB para el segundo trimestre en el 3,75% frente al 4,25% de antes.
La rentabilidad de la deuda a 10 años desciende a niveles de mayo
El bono a 10 años de Estados Unidos tocó máximos días antes de que la Reserva Federal aprobara una subida de 25 puntos básicos. La rentabilidad, que evoluciona a la inversa que el precio, se situó en el 4,4872%. La corrección desde entonces ha sido continuada y ayer era del 4,463%, la más baja de los últimos dos meses. En Europa ha ocurrido lo mismo y el Bund alemán ofrecía un tipo de interés del 4,231%.Richard Berner, economista jefe de Morgan Stanley en EE UU, comentaba ayer a Bloomberg que 'el riesgo del mercado de bonos pronto favorecerá rentabilidades más altas'.
El precio del petróleo continúa próximo a los 40 dólares el barril
Esta semana está siendo muy volátil para el mercado de futuros del crudo, con caídas y subidas pronuncias que alternan. Ayer se produjo un recorte de más de un 1% después de que el ministro de petróleo saudita, Ali al-Naimi, dijera que laorganización mantendría el incremento de 500.000 barriles por día en agosto. A pesar de estos altibajos, lo cierto es que la materia prima cotiza a unos niveles altos y próxima a los 40 dólares el barril. Es un nivel que preocupa a analistas, que consideran que de mantenerse esta escalada puede frenarse el crecimiento de las economías.