Guascor reestructura su deuda e inyecta 38 millones
El grupo Guascor ha puesto los cimentos para reestructurar su balance, lastrado por el importante exigible a corto plazo, y ha refinanciado parte de su deuda con nueve entidades financieras, además de inyectar 38 millones a fondos propios. El objetivo es dar un nuevo impulso a su división de bienes de equipo y a su negocio de desimpacto medioambiental.
Gran parte de los recursos obtenidos por Joseba Grajales como consecuencia de la venta de su participación en la compañía eólica CESA, unos 70 millones de euros según fuentes del sector, ya tienen destino. El empresario vasco, que rompió recientemente todos sus vínculos accionariales con Juan Luis Arregui, su antiguo socio en Guascor, entre otras compañías, destinará este importe a relanzar la empresa guipuzcoana.
Después de varios meses de negociaciones y tras cerrar la venta de su participación en Cesa, Grajales ha llegado a un acuerdo con nueve entidades financieras para convertir a largo plazo un crédito de 40 millones de euros que iba a vencer en breve. Además, ha cancelado otros 30 millones de riesgo contraído con varias cajas de ahorros.
A cambio de la renegociación de su pasivo, el accionista de Guascor se ha comprometido a inyectar a capital 19 millones de euros y suscribir un préstamo participativo de otros 19 millones, lo que permitirá incrementar sus fondos propios en 38 millones, para situarlos en cerca de 55 millones. Las entidades financieras, aseguran fuentes del sector, ha pignorado las acciones de las filiales de Guascor I+D, Servicios, Ingeniería, Proyectos y Explotación Energética, como garantía de sus créditos. Además tienen constituida una hipoteca sobre los la planta y los terrenos propiedad de Guascor situados en el Parque Tecnológico de Miñano (Álava). La firma guipuzcoana tiene también otros 100 millones de financiación bancaria, mediante el sistema de project finance, para proyectos de sus filiales.
Duplicar facturación
El grupo Guascor, una vez reestructurado su balance, se ha propuesto duplicar su facturación en seis años hasta alcanzar unas ventas de 300 millones. Su objetivo es centrarse en los negocios de desimpacto ambiental (biomasa, recuperación energética de aceites usados, vertederos, neumáticos y purines), cogeneración tradicional y en la fabricación y venta de motores marinos y de gas. Su facturación en 2003 ascendió a 150 millones con una plantilla de 1.000 personas, la mitad de la cual trabaja en sus compañías de Brasil.
Un negocio de futuro, pero con financiación externa
Planes de inversión multimillonarios, negocio a futuro pero financiado, fundamentalmente, con recursos externos. Guascor ha perdido uno de su principales soportes, Cesa, su división eólica, y que ahora ha pasado a manos de Bridgepoint, tras vender Grajales su participación una vez realizado los repartos en las sociedades que compartía con Juan Luis Arregui, entre ellas Guascor. La compañía guipuzcoana, que en sus momentos más dulces anunció inversiones superiores a los 1.000 millones de euros, tiene ahora un nuevo reto. Primero consolidar y poner en rentabilidad sus proyectos en el sector de desimpacto medioambiental. Segundo apuntalar su posición en el negocio de bienes de equipo y aprovechar las oportunidades que se le han abierto en Brasil donde concentra buena parte de sus intereses.