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Amado Franco

'Nunca hemos vivido intervencionismo político'

Nacido en Lahoz (Zaragoza, 1945), lleva menos de un mes al frente de la sexta caja del país, pero la conoce mejor que nadie tras casi 35 años en la casa. Promete continuidad tras el repentino cese de Manuel Pizarro

Asegura que su designación el pasado 30 de mayo le cogió un poco por sorpresa. Pero lo asume con la tranquilidad que le dan sus 17 años como director general. Su antecesor, Manuel Pizarro, hombre al que siempre se ha vinculado con el PP, ha compaginado la presidencia de Endesa con la de Ibercaja durante dos años. Y ha dejado huella. 'Ha fortalecido la independencia de la caja', asegura Amado Franco, quien aleja los fantasmas del intervencionismo político y afirma que Ibercaja 'nunca' lo ha vivido. Con ningún Gobierno. Ahora, el también presidente de la aseguradora Caser, quiere poner la entidad a velocidad de crucero.

Pregunta. ¿Le sorprendieron la salida Pizarro y su nombramiento?

respuesta. Pues tuvo indudablemente un componente de sorpresa. Unas semanas antes me comunicaron que existía la posibilidad de que yo fuera designado y tres días antes de la asamblea me dijeron que la posibilidad era ya bastante, bastante real.

'Manuel Pizarro ha fortalecido la independencia de Ibercaja como entidad y también entendida como respeto a los políticos'

P. Dentro y fuera del sector se liga la salida de Pizarro a su futuro papel en la especulada fusión de Endesa, Gas Natural y Agbar.

r. No, no, no. No creo que tenga nada que ver. Yo creo que Manuel Pizarro empieza a dar vueltas a su salida cuando llega a la presidencia de Endesa hace unos dos años. Y hace un mes fue la primera oportunidad para hacerlo. Sí que tiene que ver con su deseo expreso de dedicarse a Endesa.

P. Dicen que usted era el sucesor natural.

r. No sé cómo me verían los demás. Pero hasta el último momento me he sentido como director general. Ahora me tengo que sentir presidente.

P. ¿Qué consejo le dio Pizarro tras cederle las riendas?

r. No me lo dijo a mí. Se lo dijo a toda la asamblea el 30 de mayo: que nos demos cuenta de que somos una caja y que sigamos siéndolo y no queramos ser otra cosa que caja.

P. ¿Qué herencia ha dejado?

r. Básicamente dos cosas. Ha fortalecido la independencia de la caja y la ha imbuido de responsabilidad social con el territorio donde actúa.

P. ¿Se refiere a independencia de los políticos?

r. Bueno, a tremendo respeto a los políticos, pero también a independencia de la entidad.

P. En las cajas siempre es un asunto espinoso el intervencionismo político. ¿Hay alguna manera de evitarlo desde dentro de las entidades?

r. En esta casa nunca ha habido intervencionismo político. Con ningún Gobierno. La regla de oro es respetarse mutuamente y cumplir cada uno con su papel.

P. ¿Cree que habría que limitar el acceso de altos cargos políticos a la presidencia de las cajas?

r. En absoluto. Lo que se les debe pedir a los que se sientan en el consejo de administración es que se pongan el gorro de la caja.

P. ¿Cree que ha llegado el momento de pedir algo de calma normativa tras la ola de nuevas reglas aprobadas el año pasado?

r. No nos vendría mal.

Obra social: Las cajas siempre ganarán a los bancos

¿Llegarán los bancos alguna vez a destinar el 25% de su beneficio a iniciativas de carácter social como las cajas?Es imposible que lleguen a ese nivel. Otra cosa es que haya una normativa al respecto. Nuestra filosofía es distinta; nuestro objetivo no es sólo el beneficio. Nosotros tenemos oficinas donde no están los bancos para evitar la exclusión financiera.¿Han notado ya la ralentización en el negocio de hipotecas que lleva anunciándose tanto tiempo?Vemos que se está empezando a moderar, no que se haya moderado. Pero se verá una moderación en obra nueva y en los precios. No hay que ser tremendista. La caja crece en hipotecas en torno al 20% y no es que hayamos endurecido las condiciones; nos hemos adaptado a las nuevas perspectivas.Cuando el Gobierno promueva más vivienda pública, ¿serán las cajas de ahorro las primeras llamadas a financiarlo?Seguro que serán las primeras llamadas y también las primeras en responder. Llevamos toda la vida financiando vivienda de protección oficial, cuando los bancos antes ni entraban.La obligación de adaptarse a las nuevas normas de contabilidad, ¿será un pequeño calvario para el sector de la banca?Sí, va a ser un calvario administrativo porque quedan seis meses y aún no hay circular del Banco de España. Lo pasaremos mal administrativamente, pero se cumplirá con normalidad.

Crecimiento: 'Llegamos a plantearnos la compra del Banco Zaragozano'

Con un talante calmado que no esconde un fuerte carácter, el flamante presidente de Ibercaja explica que ahora es el momento de la expansión. 'El tamaño es importante en estos momentos y es una de las apuestas de esta caja'. Aunque también es esencial mejorar 'la calidad del servicio al cliente' y centrarse en el papel que toda caja de ahorros debe tener a gala: 'contribuir al desarrollo económico y social' de su territorio.El proyecto de Amado Franco es convertir a Ibercaja 'en una entidad de referencia y de primer nivel en su vertiente económica y social'. Aparte de crecimiento, también hacen falta 'características internas de solvencia, gestión, profesionalidad y cercanía a la gente'. Dice con convicción que 'no sólo hay que dar imagen sino reflejar que estás resolviendo los problemas del cliente'.Finalizó el año pasado con 939 oficinas y el próximo prevé llegar a las 1.000, cifra que sólo superan La Caixa y Caja Madrid. Precisamente, en Madrid quiere que Ibercaja 'se mantenga como tercera caja en presencia y actividad'. Y recuerda que fue pionera en el desembarco en la capital, así como en la comercialización de fondos de inversión y de seguros de vida. El arco mediterráneo es también zona preferente de expansión. Es consciente de que todas las grandes cajas quieren crecer en las mismas zonas. 'Eso lo hace más atractivo', apunta.Pese a centrarse en este crecimiento orgánico, la caja está abierta a estudiar todo tipo de operaciones. Antes de que Barclays anunciara su opa por el Zaragozano, 'lo miramos' pero la compra no salía rentable porque 'el precio que entonces se manejaba era muy alto y además había muchas duplicidades de oficinas'.Sobre fusiones, afirma que sólo queda la posibilidad de las intrarregionales. 'Pero ni a nosotros ni a la CAI la otra caja de Aragón nos interesa'.

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