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CincoSentidos

Agios 2002 Pago del Vicario, potente y manchego

Muchos coinciden en el enorme potencia de La Mancha. Bodegas como Osborne, Martínez Bujanda o Alejandro Fernández hace tiempo que apostaron por ella, y otros conocidos nombres del vino han iniciado también proyectos. Junto a éstos, surgen bodegas más pequeñas que están confiando en una región vinícola que está demostrando que se pueden hacer vinos interesantes.

Una de las últimas en llegar ha sido la bodega Pago del Vicario, ubicada en Ciudad Real, junto a la ribera del Guadiana. Inaugurada en 2000, pertenece a la familia Barco, ligados al sector de la construcción y procedente del mundo agroalimentario. Propietarios de viñedos, hace cuatro años decidieron trabajar el concepto de pago vinícola y elaborar vinos personales, de terruño. Así surgió la bodega, que se levantó sobre una finca de 100 hectáreas de viñedo. Se cultiva la variedad autóctona tempranillo (50% de las cepas) y foráneas como cabernet sauvignon, merlot, syrah, petit verdot, sauvignon blanc y chardonnay.

La dirección técnica corre a cargo de Susana López (anterior responsable de los Clos d'Agon de Bodegas Mas Gil, en Girona) que hace hincapié en la viticultura como factor de vinos de calidad.

Su primera elaboración ya está en el mercado. Se trata del Agios 2001, 80% de tempranillo y un 20% de garnacha tintorera, de larga maceración y 10 meses de barrica francesa. Rojo picota muy cubierto, destaca por sus aromas a fruta madura, con tonos balsámicos y minerales. En boca es potente, concentrado, glicérico, con mucho cuerpo y una marcada tanicidad, y un final largo y persistente (15 euros).

La bodega ha lanzado también un blanco, el Talva 2003 (airén, macabeo, sauvignon blanc y chardonnay) parcialmente fermentado en roble francés, ligero, fresco y muy frutal (6 euros), y a finales de año, el 50-50 2003 de tempranillo y cabernet.

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