La centenaria Fiat se renueva para no desaparecer
Cambian las personas, pero los objetivos se mantienen'. Estas fueron las palabras usadas la pasada semana por el consejero delegado de Fiat Auto, Herbert Demel, para negar que la entrada de un nuevo presidente y un nuevo consejero delegado en el grupo vaya a suponer un cambio de planes en el reflotamiento de la compañía.
Un mes después de la muerte del presidente Umberto Agnelli, de su sustitución por el presidente de Ferrari y de la patronal empresarial italiana Luca Cordero di Montezemolo, y de la marcha del consejero delegado Giuseppe Morchio, el mayor imperio industrial italiano parece empeñado en demostrar que las palabras de su directivo austríaco no son un mero farol.
La división de automóviles presentó esta semana el Lancia Musa, su decimoséptimo lanzamiento desde el pasado mes de septiembre. Es más, la compañía ha invertido 60 millones de euros su creación y lanzamiento, en un período de sólo 18 meses. Nunca en su centenaria historia había tardado tan poco el grupo italiano en diseñar y lanzar un coche. El grupo, en cualquier caso, está más cerca de acabar con la renovación de la gama, ya que las previsiones pasan por lanzar 20 nuevos modelos hasta 2006. El Musa es la apuesta del grupo para competir con la gama baja de los coches de lujo, como la Clase A de Mercedes.
Esta agresiva política de renovación de catálogo ha posibilitado lo que hace un año habría podido parecer una quimera. El grupo ha logrado incrementar un 4,4% sus ventas en lo que va de año con respecto a los primeros cinco meses de 2003, después de haber perdido en 2003 el 10,3% de sus ventas, y otro 16,8% en 2002. Incluso la cuota de mercado en el mercado italiano ha vuelto a repuntar después de cuatro años en declive. Hasta mayo, Fiat copaba el 28,8% de las ventas en Italia, frente al 28,2% de los primeros meses de 2003.
La apuesta, por el momento, parece salirle bien a Fiat. La jugada era 'crucial' para el futuro del fabricante, según aseguró recientemente Standard & Poor's, ya que la agencia de calificación cree que de no incrementarse las ventas, el riesgo de Fiat para refinanciar su deuda se incrementará 'considerablemente' a partir del próximo año.
Fiat ha ha sufrido desde principios de la década su peor crisis, tras perder 6.000 millones de euros desde 2001. A principios de 2003, la familia Agnelli puso a Giuseppe Morchio al frente de la compañía, con el pleno respaldo de Umberto Agnelli. Juntos dieron la vuelta a la idea de deshacerse de la unidad automovilística. De hecho, concentraron en ella todos sus esfuerzos.
Plan industrial
Para dirigirla, Morchio y Agnelli pensaron primero en el ex presidente de Ford Europa, Martin Leach, aunque el fabricante estadounidense impidió la operación. El elegido entonces fue Herbert Demel, un ejecutivo austríaco con experiencia en relanzar filiales para el Grupo Volkswagen. Su plan industrial, que incluyó el cierre de una decena de fábricas y el despido de 12.000 personas. Según lo trazado, 2004 ha de ser el año en que Fiat vuelva al punto de equilibrio. El primer beneficio neto deberá llegar en 2006.
La Bolsa milanesa ha percibido esta revitalización de las ventas, apoyada además por una leve mejoría de los principales mercados europeos. Así, la cotización ha repuntado un 10,3% en lo que va de 2004, después de haber sufrido constantes caídas bursátiles durante los últimos cinco ejercicios. Esta sangría llevó a la acción a perder el 77,7% de su valor entre 1999 y finales de 2003.
Problemas de flujo de caja
Sin embargo, no todo son buenas noticias para Fiat. Standard & Poor's estima que la calificación (BB-) sufre debido a 'la generación negativa de flujo de caja libre los ingresos de una empresa que no están comprometidos para pagos durante los últimos años'. No sólo eso, S&P no espera que este concepto del balance abandone los números rojos hasta, al menos, 2006, 'gracias a la recuperación de sus mercados principales, los beneficios del recorte de costesy el efecto de los nuevos lanzamientos'.
Es más, las continuas inversiones en nuevos modelos y para financiar su reestructuración interna han llevado a Fiat a problemas de liquidez, según la agencia. Por ello, la compañía necesita que sus lanzamientos sean un éxito de ventas, si no quiere verse con problemas en a la hora de afrontar la deuda, que era de 21.800 millones en marzo, un 25% menos que un año antes.
'Las personas cambian, los objetivos, no', asegura Herbert Demel
Las cifras
71,5 millones de euros es lo que se ha gastado el grupo en su último lanzamiento, el Lancia Musa, su 17º modelo en nueve meses.60 es el porcentaje en el que se han reducido las pérdidas en el primer trimestre. Los números rojos totalizaron 195 millones.25.100 millones es la deuda financiera. Un 25% menos