La inflación y la fortaleza del euro dañan la competitividad exterior
La competitividad de las exportaciones españolas cayó un 1,7% en el primer trimestre, frente a la UE, y un 2,1 % respecto a la OCDE. El diferencial de inflación en el primer caso y la apreciación del euro en el segundo tienen la culpa, según el Ministerio de Industria.
La competitividad de las exportaciones españolas siguió en el primer trimestre la estela descendente del año pasado. La caída frente a los países de la OCDE fue del 2,1%, y del 1,7 % con respecto a la UE. Son datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que se esforzó en restarles gravedad: para Antonio Hernández, subdirector general de Estudios del Sector Exterior, el sistema vigente de medición, basado sólo en precios, no ofrece un reflejo fiel de la competitividad.
Hernández aclaró que de la caída de 2,1 puntos porcentuales frente a la OCDE, 1,6 se deben al diferencial de precios, y el medio punto restante, a la apreciación del euro. El descenso alcanza el 3% en doce meses, por las mismas causas. Según Industria, las inapreciables variaciones de las divisas de los países fuera del euro convierten al diferencial de inflación en el único responsable de la caída de la competitividad respecto a la Unión Europea, y a la zona euro, en particular.
Los exportadores son sensibles también a los mayores riesgos de los mercados a los que venden sus productos. La Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación cobró en 2003 un 11,81 % más por las primas, mientras que el seguro emitido o capital asegurado en los riesgos por cuenta propia bajó el 0,17%. Esta disparidad entre primas y capital asegurado se debió a la recuperación de las tasas y al saneamiento de la cartera de pólizas.
Nueva medición, nuevos resultados
Frente al vigente indicador que mide la competitividad fijándose sólo en los precios, el Ministerio presentó ayer otro que busca las cuotas de mercado y que, a su juicio, corrige los errores del primero, caduco y poco fiable. La primera virtud del nuevo sistema es que arroja resultados positivos: 'España está ganando cuota de mercado y mejorando su competitividad estructural', señaló ayer Hernández. Tanto en términos nominales como reales, España ha incrementado su presencia en el mercado entre 2001 y 2003. Además, en los últimos 8 años, ninguno de sus competidores ha mejorado tanto en cuota mundial.Industria enumeró las ventajas de esta medición: incluye las decisiones de compra una vez realizadas y no antes; recoge variables ahora clave en el patrón del comercio internacional como la diferenciación de productos, calidad, o diseño; es inmune a las presiones de la demanda interna (uno de los motores que han hecho crecer la economía española muy por encima de la media europea); y no examina todo el IPC, sino sólo los precios de los productos que están sujetos al comercio internacional.