Las malas previsiones de Swiss y la subida del crudo arrastran a las aerolíneas
Las malas previsiones de la aerolínea Swiss, que cerrará este año en pérdidas, extendieron ayer la voz de alarma en un sector especializado en dar malas noticias. Las pérdidas cundieron en empresas como Iberia (-1,32%), Lufthansa (-2,17%) o British Airways (-0,86%).
La ecuación de Swiss ilustra el problema general que padecen las grandes aerolíneas europeas: costes crecientes, derivados fundamentalmente de la escalada del precio del petróleo, y presiones a la baja en los márgenes, provocados básicamente por la guerra de tarifas desatada por las aerolíneas de bajo coste. El anuncio de la compañía ha reavivado las especulaciones sobre un posible acuerdo con Lufthansa para salvar los muebles, lo que no ha evitado que las acciones de la empresa suiza cayeran ayer un 5,33% en Zurich. Swiss fue creada en marzo de 2002, fruto de un plan de rescate liderado por el Gobierno suizo, con el objetivo de salvar los restos de la antigua Swiss Airlines.
Los rumores de mercado perjudicaron a Lufthansa. En el sector, se ve la operación como poco ventajosa para la compañía alemana, que tendría que hacerse cargo de una aerolínea en problemas serios. Las acciones de la operadora germana cayeron un 2,17%.
'El crecimiento económico ya ha alcanzado su pico y los valores cíclicos como las aerolíneas deberían ser reevaluados', advierte Credit Suisse First Boston. El banco detecta una combinación que es un mal casi endémico del sector: debilidad de la demanda y exceso de capacidad. 'No somos especialmente positivos respecto al sector', concluye CSFB.
Merrill Lynch destaca en un informe reciente el 'alto riesgo' de volatilidad y la presión 'creciente' sobre las tarifas en Iberia. La aerolínea española cedió un 1,32%, pero no fue la única. British Airways bajó un 0,86%; SAS, un 1,54%; Easyjet, un 1,26%, mientras que Air France cerró sin cambios tras cotizar a la baja durante la mayor parte de la sesión.
Los inversores ven cada día menos potencial en el sector
La escalada del precio del petróleo, que ayer cotizó a 35,2 dólares por barril, representa el gran dolor de cabeza para las aerolíneas. Los inversores valoran hasta qué punto afectará la subida a los resultados de las compañías y Swiss ha sido la primera en culpar al petróleo de las pérdidas de este año. La patronal mundial del sector, IATA, ya ha advertido de que las pérdidas del sector sumarán 3.000 millones de dólares si el barril se mantiene sobre los 36 dólares de media. Swiss, Air France y Lufthansa ya están aplicando recargos a sus tarifas, a consecuencia de la subida del petróleo, con la consiguiente pérdida de cuota de mercado en favor de otras operadoras más competitivas.