Porsche 911, sexta generación
La incombustible fórmula magistral 911 ha cumplido 40 años de servicio en las filas de Porsche. Pues bien, a partir de julio, llega a los concesionarios de la marca la nueva versión, completamente reeditada.
Su intención es perpetuar el éxito todo el tiempo que sea posible. Desde el punto de vista de la mera apariencia, el último 911 -con código de fabricación 997- mantiene inalterada la sustancia de siempre, incluso con una somera vuelta estética a sus orígenes. Así lo avalan, por ejemplo, sus ópticas frontales circulares, silueteadas por un cerco cromado, como en los modelos de los años 60 y 70 del pasado siglo. Todo el morro se muestra en la nueva versión más afilado, mientras que los paragolpes son más prominentes e incorporan faros supletorios antiniebla, cubiertos por una pantalla que también incluye los intermitentes.
Por otra parte, en la vista posterior se perfilan las ópticas, mientras que la variante S pasa a montar cuatro gigantescas salidas de escape. En el interior se mantiene la clásica configuración 2+2 -dos amplios asientos delanteros y dos plazas traseras meramente testimoniales-. Llama la atención un salpicadero completamente renovado, aunque una vez más con un diseño que inevitablemente remite al de la generación precedente.
En todo caso, el volante de tres brazos integra mandos para la gestión del sistema de sonido o el control de crucero automático; como mandan los cánones, el bombín de arranque se mantiene a la izquierda. También hay pulsadores, como los de la climatización doble, inspirados en los que también lleva el todo terreno ligero Cayenne.
Mecánicamente, se mantiene la tracción trasera, con el motor descolgado por detrás del eje posterior. Al respecto, sigue siendo bóxer de seis cilindros opuestos. Ahora cubica 3.8 litros, y la nueva versión se ofrece con dos niveles de potencia: 325 caballos, que permiten 285 kilómetros por hora de velocidad punta, con una aceleración de cinco segundos, y 355 caballos -versión S-, que lo dispara hasta 293 km/h, o bien hasta 100 km/h en sólo 4,8 segundos.
Por cierto, éste último, que de momento será el más deportivo, entrega un contundente par máximo de 400 Nm; una y otra variante disfrutará de cambio manual de seis marchas, o bien de una transmisión automática Tiptronic, de naturaleza secuencial.
Sistema Pasm
El comportamiento dista de las dificultades de los genuinos 911. Ahora gana enteros gracias al sistema de suspensión activa denominado PASM (Porsche Active Suspension Management) -opcional en el Carrera y de serie en el Carrera S- que endurece la amortiguación o gana confort, y que viene a sumarse al control de estabilidad de última generación PSM (Porsche Stability Management). Con sobreprecio, estos modelos podrán equipar tren de rodaje deportivo, rebajado 20 milímetros y con diferencial autoblocante. Además, estos modelos, disponibles desde 83.720 euros para el Carrera, y por 94.728 en el caso del Carrera S, son la vanguardia de una renovación que, desde 2005, se hará extensiva a los Turbo, GT3, Carrera 4, Cabrio y Targa.