La deuda se mantiene a flote
El juego de la inflación tiene desquiciados a los mercados de renta fija. Algo menos, en cambio, a los de renta variable, que se encuentran soportados por la realidad de unos buenos resultados empresariales en el primer trimestre de este año y por la expectativa de que esos resultados favorables se repitan al terminar el trimestre actual. Sobre esto último, algo empezaremos a saber esta misma semana ya que es en la última quincena del trimestre cuando las empresas norteamericanas que no piensan que vayan a poder cumplir sus objetivos comienzan a advertir públicamente de que sus estimaciones previas y la realidad no van a coincidir.
Después, habrá que esperar a que pase otro mes más para empezar a ver publicados los resultados reales del trimestre. Pero no parece que, de conjunto, vayan a ser problemáticos, aunque no está tan claro que la bonanza continúe (o al menos no en idéntica medida) durante el tercero y cuarto trimestre.
Por eso las expectativas de lo que va a hacer la renta fija parecen mucho más cargadas de intriga e incertidumbre. Se da casi por hecho que la Reserva Federal va a decidir subir el tipo de los Fed Funds (tipo interbancario a un día en EE UU) en la reunión de gobernadores que celebrará a finales de este mes. Aunque, de manera preventiva, los tipos de largo plazo ya han estado subiendo desde el mes de marzo. O, mejor dicho, desde antes, desde hace justo un año, cuando el rendimiento de la deuda pública norteamericana cayó al 3,2% y el de la española al 3,6%.
Prácticamente no ha habido ningún momento a lo largo de los últimos 45 años en que el rendimiento de la deuda pública norteamericana a diez años haya estado tan bajo. Quizá para comparar con un período parecido hay que remontarse al año 1958 cuando el tipo de los Fed Funds llegó a situarse en el 0,6% y el TIR de la deuda en el 3%. En aquella época el dólar era la base del sistema monetario internacional, sin competencia posible de otras monedas que ahora pretenden disputarle ese papel.
Sin embargo, la situación resulta muy parecida cuando se analizan las cifras publicadas esta misma semana por la Reserva Federal y que hablan de que la mitad de la deuda pública norteamericana que tiene un alto nivel de liquidez está en manos de no residentes (en 1958 esa proporción no pasaba del 5%).
Si en aquel momento el dólar era la divisa de reserva más importante para los bancos centrales, hoy sigue siendo lo mismo, y de manera especial para los de los países de Asia Pacífico, con el Banco de Japón y el Banco de China a la cabeza. Si no fuera por las compras masivas que estos países están haciendo de deuda pública estadounidense, el proceso de caída de precios vivido recientemente habría sido seguramente más intenso.
La subida de tipos está afectando a todos los países en mayor o menor medida. Resulta muy llamativo, sin embargo, la impresionante subida del TIR de la deuda a diez años que se ha producido en Japón y que sólo ha llamado la atención de los especialistas: desde el 0,44% de mediados del pasado año hasta el 1,88% en la actualidad. Es decir, un rendimiento que se ha multiplicado por cuatro en tan sólo 12 meses, y con un último y espectacular tirón de 0,42% en las cuatro últimas semanas. Aunque justo es reconocer que Japón está saliendo casi de entre las garras de la deflación y, por lo tanto, no deben resultar tan sorprendentes unas subidas que en todo caso habrá que observar con cautela.
¿Y como están encajando los fondos de renta fija todos estos movimientos de los tipos? Relativamente bien. Todo depende de que las rentabilidades que se midan sean interanuales (de junio de 2003 a junio de 2004) o acumuladas en el año. Los de renta fija a largo plazo domiciliados en España, por ejemplo, acumulan en promedio una rentabilidad de 0,09% en el primer período y de 0,59% en el segundo. Se ve, por tanto, que han resistido bastante bien la subida de los tipos de largo plazo, aunque para un período de 12 meses estén a punto de entrar en pérdidas.
En el caso de las otras 40 categorías, más desmenuzadas, de fondos de renta fija, y si de las rentabilidades interanuales se trata, el comportamiento promedio ha sido bastante bueno: sólo cinco de ellas han tenido pérdidas, que no exceden en ningún caso del 2%. Curiosamente es peor el comportamiento anual, con la mitad de las clases de fondos en negativo.
Análisis. En manos de capital extranjero
La Reserva Federal hizo público la semana pasada que, por primera vez, más de la mitad de la deuda pública de elevada liquidez en circulación está en manos de inversores extranjeros.Las compras de deuda pública estadounidense por parte de no residentes ascendieron a 170.000 millones de dólares en el primer trimestre de 2004. l Los bancos centrales adquirieron deuda por valor de 96.000 millones de dólares. La parte sustancial de esas compras la efectuaron los de la zona de Asia Pacífico, que así tratan de frenar la apreciación de sus monedas.