El sector energético, artífice de la remontada
Las grandes Bolsas europeas han logrado cerrar en positivo una semana que no prometía nada bueno, dadas las expectativas que hay en el mercado de que EE UU acelere su política de subida de tipos de interés. Así, el Mib 30 de Milán sube en la semana un 1,22%; el Cac de París, un 1,12%; el Aex de Amsterdam, un 0,59%, y el Footsie de Londres, un 0,49%. Alemania es otra historia. Las malas perspectivas del consumo doméstico siguen pesando en el ánimo inversor. Así, el Dax de Fráncfort perdió un 0,37%.
Las empresas energéticas han sido las que mejor desempeño han tenido en el conjunto del índice Euro Stoxx, con un avance medio del 3,85%. Las dos empresas estrellas de la semana han sido la austríaca OMV (+7,47%) y la italiana Saipem (+5,07%). Aunque la cotización del petróleo se ha tomado un cierto respiro, sigue en niveles históricamente altos. Varias razones se conjugan para ello y apuntan a unos mayores precios a medio plazo. En primer lugar, se espera un tirón muy fuerte de la demanda a partir de los próximos trimestres. Así, la demanda mundial rondó los 80 millones de barriles diarios en mayo, mientras que se prevé que supere los 82 millones de barriles al día a partir del próximo mes de octubre.
La semana que viene será muy importante para que los inversores europeos vislumbren el desempeño económico de las principales economías de la región. Así, en Alemania se conocerá el índice IFO de confianza empresarial y el instituto Zew revelará sus previsiones económicas. En Francia, el mercado conocerá el dato del gasto de los consumidores. La fortaleza del consumo está permitiendo cierto optimismo a la economía francesa. No en vano, ABN Amro espera que Francia crezca un 2% en 2004, frente al 1,5% de la eurozona.
El mensaje positivo de Putin reanima la cotización
El inicio del proceso judicial por evasión de impuestos al ex presidente de Yukos, Mijail Jodorkovski, centra la atención de la prensa rusa. Las acciones han languideciendo hasta caer a su mínimo histórico de 6,2 dólares, el pasado martes. Las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, asegurando que no desea que una de las empresas rusas más potentes termine en la bancarrota ha dado oxígeno a la cotización, que el jueves subió más de un 40%. El valor cerró ayer a 8,6 dólares.