Arranca el US Open con García en la élite
Hoy comienza en el histórico campo neoyorquino de Shinnecock Hills Golf Club, enclavado en Long Island, la 104 edición del US Open, el segundo grande de la temporada, y lo hace con un golfista español en el grupo de favoritos. El triunfo conseguido el pasado domingo por Sergio García en el Buick Classic disputado en Westchester Country Club, donde ya ganó el año 2000, permite soñar con la conquista de otro grande, lo que los españoles no logran desde 1999, cuando Olazábal ganó el Masters de Augusta.
Shinnecock es un lugar sagrado para los habitantes de aquella zona. El campo de golf, fundado en 1894, es uno de los más famosos y exclusivos de EE UU, pese a su antigüedad catalogado como el sexto mejor del país. A muy pocas millas del club se encuentra la Shinnecock Indian Reservation, habitada por unos 500 miembros de esta etnia. Son dos mundos. Las tierras del club eran propiedad de los indios, que durante décadas trabajaron como greenkeepers o caddies, y que después alquilaban tierras para aparcamiento, pero la buena vecindad no se impuso. Este año la USGA prefirió llegar a un acuerdo para ceder terreno con un granjero que con los indios. La policía local teme actos de sabotaje. Shinnecock será un fortín.
El campo presenta un recorrido terrorífico, con altas hierbas que delimitan sus bien cuidadas calles. El campo será el gran enemigo a batir para los participantes, entre ellos dos españoles: Sergio García, vencedor este año de dos torneos en el circuito estadounidense, y Miguel Ángel Jiménez, ganador de tres torneos del circuito europeo.
Ambos llegan a la cita en un buen momento. Los dos gozan de una buena oportunidad si son capaces de adaptarse al campo de Shinnecock, tierra sagrada para los golfistas y los indios.