Cuando el insomnio deteriora la vida
El insomnio es un síntoma, no una enfermedad en sí. æpermil;sta es la primera definición que sobre uno de los principales males modernos da el doctor Luis Domínguez Ortega, director de la Clínica Ludor, especializada en trastornos del sueño y de la unidad del sueño de la Clínica Ruber. ¿Y cuándo se puede considerar que se padece ese problema? Aunque afirma que el tema es muy complejo, el doctor Domínguez Ortega señala que el insomnio es la sensación subjetiva de no alcanzar un sueño reparador, de que no se descansa lo suficiente. 'El problema puede ser transitorio, desde 24 horas o de larga duración, más de tres meses', subraya.
La causas, señala, son un 30% orgánicas y un 70% psicológicas (que son múltiples y pueden ir desde la alteración de la personalidad a la depresión y la ansiedad) . 'Lo primero, por tanto, es averiguar el origen, hacer un diagnóstico', destaca. Y este proceso conlleva pruebas como la realización de detalladas historias del paciente y de sus hábitos, radiologías generales y específicas, y también las que permiten descartar patologías que pueden desencadenar el insomnio. 'Con algunos estudios se puede valorar la extensión y eficacia del sueño, así como los fenómenos que ocurren durante el mismo'.
Y aunque la terapia es diversa y su elección varia en función de las causas que provocan los problemas para dormir, el director de la Clínica Ludor defiende la aplicación de los diversos tratamientos psicológicos como las técnicas de relajación, que el paciente debe aprender a desarrollar para seguirlas después por sí mismo. No obstante, no se opone a los tratamientos sintomáticos puntuales.
Pero el insomnio es sólo uno de los múltiples (más de ochenta) trastornos del sueño. El doctor Ortega destaca como más frecuentes 'la apnea del sueño, la narcolepsia, el síndrome de piernas inquietas y el sonambulismo'. La apnea (o enfermedad del roncador), que afecta a más del 4% de la población masculina (y que suele ser desencadenante de hipertensión en el 40% de los casos), puede producir asimismo trastornos similares a los del insomnio, desde somnolencia durante el día a dolores de cabeza. También puede ser responsable de parte de los accidentes de tráfico.
Además de los diversos tratamientos, el director de Clínica Ludor también recomienda seguir algunas normas de higiene del sueño y recuerda que, por el contrario, 'algunos de los hábitos actuales alteran significativamente la capacidad de dormir bien'. Entre esos consejos están el mantenimiento de un horario fijo para acostarse y levantarse, el ejercicio físico moderado y la supresión de la cafeína y del alcohol, así como nunca acostarse antes de que hayan transcurrido dos horas desde la cena.
Y casi todos los especialistas coinciden en señalar que la relajación e intentar aparcar los problemas diarios son algunas de las medidas más eficaces para conciliar el sueño. Tampoco es buena la obsesión por la dificultad para dormir. Otra de las recomendaciones es no desesperarse: 'Dedíquese a hacer algo que le entretenga hasta que le entre sueño'.
Asimismo se debe evitar algún tipo de comidas, especialmente las grasas y proteínas animales, a excepción de la leche.
Unidades del sueño en hospitales públicos
También en los hospitales públicos existen unidades asistenciales del sueño para diagnosticar y tratar los problemas relacionados con él. Existen más de 30 establecimientos dentro de la red que disponen de esa especialidad. Y es que las estadísticas muestran que uno de cada tres ciudadanos padece trastornos relacionados con el sueño, aunque, en función de la edad, el porcentaje de algún colectivo puede superar el 40%.Estos tratamientos se han ido desarrollando desde las primeras décadas del siglo pasado. Fue en 1935 cuando el doctor Loomis y su equipo dieron los primeros pasos para descubrir las diferentes etapas del sueño, que se conocen con las siglas inglesas REM (rapid eye movement) y no-REM. Los sueños tiene lugar durante los dos etapas, pero es más fácil recodarlos en la fase REM.