Los consejeros del PP plantan a Salgado por discrepancias en la financiación sanitaria
La financiación sanitaria se convirtió ayer en el centro del rifirafe político que enfrenta al PSOE y al PP desde que éste último abandonara el poder el 14 de marzo.
Los consejeros de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular abandonaron a primerísima hora de la mañana la reunión del Consejo Interterritorial de Salud por considerar el orden del día 'vago, hueco y vacio'. Enfrascados en una polémica burocrática sobre la pertinencia de celebrar un consejo extraordinario en lugar del ordinario convocado por el ministerio, los populares ciñeron sus críticas a dos cuestiones: la ausencia de debate sobre las carencias financieras del SNS y la falta de propuestas para atajar el gasto farmacéutico. 'Pretenden hablar de la situación actual, que todos conocemos, en lugar de discutir sobre las alternativas del PSOE en esta materia', se quejó el consejero de la comunidad valenciana, Vicente Rambla.
La titular de Sanidad, Elena Salgado, reconoció otra vez que será Pedro Solbes y no ella quien decida el montante de los fondos que el Estado inyectará al SNS.
Sin eludir el espinoso asunto de la financiación sanitaria en el turno de ruegos y preguntas, la ministra, que ayer pidió a los gobiernos regionales que participen en la elaboración del nuevo Plan Estratégico de Política Farmacéutica, intentó calmar los ánimos anunciando una reunión inminente, antes incluso de que se conozca la liquidación del nuevo modelo de financiación, de la Comisión Interministerial para el equilibrio financiero del SNS. Esta comisión será la encargada de evaluar la repercusión económica tendrán las políticas sanitarias que se adopten en esta legislatura.
Los consejeros del PP advirtieron que no asistirán a las reuniones del consejo hasta que no se definan los 'objetivos del nuevo Gobierno'.