Los ejecutivos del sector energético prevén una concentración de comercializadoras
Las trabas en el traspaso de clientes entre las comercializadoras de energía (electricidad y gas) y los intercambios de datos entre ellas son algunas de las causas que están obstaculizando la apertura de estos mercados, según la encuesta elaborada por la consultora Capgemini entre 130 altos ejecutivos de empresas de utilities de todo el mundo.
Casi un 60% de los encuestados prevé el funcionamiento de cuatro a seis grandes comercializadoras en sus mercados locales en los próximos dos años, 'de las que casi todas se integrarían verticalmente', según el estudio. Además, a cinco años, casi un 30% predice tres o menos por mercado regional. Por su parte, un 40% de los ejecutivos del sector energético critican especialmente la lentitud con la que se realiza el traspaso de clientes, y la mitad considera que es un proceso caro.
La liberalización de estos mercados ha supuesto 'un importante impacto en los precios' y en el servicio al cliente, según la opinión de la mayoría. Una preocupación creciente entre las compañías eléctricas y gasísticas es la de la seguridad del suministro. A ello han contribuido, según Capgemini, los apagones del verano pasado en varios países europeos. En este sentido, en la encuesta se manifiesta que hay falta de claridad en cuanto a la responsabilidad de asegurar el suministro, especialmente en lo relativo a inversiones. 'La liberalización no es una política energética completa' y las señales de precio que lanza el mercado a corto plazo, 'no son las adecuadas para tomar decisiones sobre inversiones a largo plazo', señalan en Capgemini.
Una de las grandes preocupaciones que van en aumento es la relativa al medioambiente. La mayor demanda de energías renovables está influyendo en la gestión de la red eléctrica, y el compromiso con el Protocolo de Kioto 'está afectando al valor de los activos y a la decisión sobre inversiones', señala el informe.
En el caso de España, han sido entrevistados ejecutivos de siete empresas e instituciones. La mayoría consideran escasa la competencia tras la liberalización y subrayan la dificultad de compaginar el libre mercado con la tarifa regulada.